Barcelona. El escritor irlandés John Connolly, padre del investigador privado Charlie Parker, sospecha que "seguramente, lo sobrenatural marcará la próxima tendencia en novela negra", según ha podido observar en festivales de este género en los que ha participado, como el que se celebra estos días en Barcelona.
Connolly acudió a la capital catalana con motivo de la celebración de la Semana Negra para presentar Los Amantes, la octava entrega de la saga Charlie Parker, donde el detective investiga las circuntancias que llevaron a su padre a suicidarse y debe hacer frente a espectros que hunden sus raíces en el pasado. Esta obra, que recoge elementos góticos y que está ambientada en EEUU, "supone un punto de inflexión" respecto a los volúmenes anteriores, ya que en la búsqueda de su identidad Charlie Parker ya no es el único que ve fantasmas y "lo que era implícito se vuelve ahora explícito", declaró el autor. La clave para el novelista dublinés es que durante mucho tiempo en "el legado más tradicional de los cuentos de fantasmas eran ellos, los fantasmas, los que tenían cuentas pendientes". "Yo no creo en los fantasmas", subrayó, "pero sí creo que las personas acaban atormentándose a sí mismas y fabrican" los suyos propios. Estos espectros son los que impulsan al protagonista a escarbar en busca de su identidad, en un camino sinuoso en el que descubre la siguiente ley: "Quizá satisfagas tu propia curiosidad, pero también puedes perder el alma", según palabras del propio Connolly.
"Algunos lo verán como un paso demasiado osado", reflexionó el autor en referencia a su apuesta por incluir lo sobrenatural en sus tramas, y dirán que "ahora ya no estoy escribiendo novela negra, sino de terror". Pero para Connolly, en el género criminal se habla en términos de "justicia divina", y ha añadido: "La novela negra versa sobre la justicia, no sobre la ley" y los "elementos sobrenaturales permiten sugerir que existe una idea humana de justicia" y otra "platónica", cuya vertiente terrenal es "una versión muy pobre".