En 1994, Joshua Silver conversaba con un miembro de la OMS (Organización Mundial de la Salud). El físico atómico, que llevaba diez años desarrollando unas lentes de autograduación, preguntó a su interlocutor cuántas personas, en los países en vías de desarrollo carecían de esa necesidad básica, de una sencilla herramienta para mejorar su visión. Mil millones fue la respuesta. "Yo puedo resolver ese problema", dijo Silver. "Pues, si lo puedes resolver, deberías resolverlo", fue la respuesta.
33.000 pares de gafas autorregulables han viajado ya hasta 15 países desde 2004, paliando poco a poco esta carencia. Estas dos carencias, porque, al margen de la inexistencia de lentes, en estos países es aún más preocupante la ausencia de profesionales de la visión: uno por cada millón de habitantes. "En el mundo desarrollado hay una industria y profesionales que pueden revisar la visión de las personas", explica Joshua, en videoconferencia desde el Centro para la Visión de la Universidad de Oxford.
Las gafas que ha desarrollado saltan este obstáculo. Son autorregulables, sin necesidad de profesionales. El usuario las ajusta en función de su problema -tratan miopía, hipermetropía o presbicia- y las fija. Una bomba lateral lanza un líquido que viaja hasta una cámara dentro de la lente, que cambia la curvatura de dos membranas de plástico que quedan rígidas. "Y están diseñadas para no fallar, para ser robustas", asegura Silver.
¿Dónde entra Artium en este campo óptico? India es uno de los tantos países afectados por este problema. Y la fotografía india protagoniza una muestra en el museo. La idea se enfocó con pestañeo solidario. "Todas aquellas personas que decidan visitar esta muestra en el puente -del sábado 5 al martes 8- podrán reflejar de una manera breve, con una palabra, una frase o un dibujo lo que les haya hecho pensar la exposición Yo y el otro o este proyecto", explicó la responsable de Marketing de Artium, Aingeru Torrontegi. Los mensajes se colocarán sobre una pared de la antesala del centro y configurarán un dietario para el año 2010.
Aquí entra la conexión. Los participantes en la actividad recibirán un calendario de pared de 2010, mientras que los beneficios de dicho dietario irán a parar al programa Gafas solidarias. Gafas que se producen en una pequeña factoría en China, pero que ya buscan otras vías de producción. "Y en el futuro tendrán seguramente un aspecto más de moda". Por ahora son más de "ande yo caliente...", que diría Don Francisco. Y es que parecen más bien unos quevedos...