madrid. Los 165 anticuarios y galerías, entre ellas la Navarra Mikel Armendia, que participan en Feriarte, abrieron ayer al público sus espacios expositores en la 33 edición del certamen con un doble sentimiento de temor por la crisis y la esperanza de que la mayor Feria de Arte y Antigüedades de España no sufra en exceso sus efectos. Francisco Ubach, quien participa en Feriarte desde hace treinta años, se muestra pesimista -en declaraciones a Efe- sobre un negocio que, en los últimos tiempos ha ido decayendo año tras año.

Eso le ha hecho ir disminuyendo su espacio expositor aunque no ha renunciado a participar en esta Feria porque si logra captar un solo cliente "ya ha merecido la pena".

Los precios en los que se mueve un certamen que se niega a ser calificado de elitista no acompañan los tiempos de crisis, ya que quien quiera dormir en un dormitorio del XVIII pintado a mano en Francia deberá pagar no menos de 35.000 euros. Relojes de distintas épocas y estilos, esculturas del XVII y XVIII, fundamentalmente de carácter religioso, y pinturas de la misma época conviven en Feriarte con el arte contemporáneo, en el que no faltan obras de artistas renombrados como los que expone la Galería Victor y Fills, en cuyo espacio expositor se incluyen cuadros de Miró, Dalí un óleo de Miquel Barceló o una serie de dibujos de Antonio Saura.

Además de estas piezas de artistas conocidos, otros stands de gran afluencia de público en la primera jornada de apertura de la feria fueron los dedicados a joyería antigua, como los de Marta Alcolea, en el que se exponen camafeos o piezas de Cartier, o el de Vendome, con sortijas estilo art decó o broches realizados en Francia a principios del siglo XX en platino y brillantes.

Para Georges Bruguiere, de Le Saint Georges, la crisis económica afecta fundamentalmente a las piezas de calidad "media", ya que las caras -dijo a Efe- se siguen vendiendo igual; "para las piezas buenas no hay crisis".

Este francés afincado desde hace años en Barcelona que no vende al público sino a través de su showroom se dedica a la venta de artículos relacionados con la ciencia, la náutica y la astronomía, y cuenta entre sus piezas con un enorme compás de hierro francés del siglo XVIII, globos terráqueos de 1830 y distintos artículos que se mueven entre un arco de 200 a 5.000 euros.

Para los más exquisitos, Antigüedades Vicente Llorens, de Xátiva, ofrece a los visitantes un escritorio de cajones frontales con marquetería renacentista del XVII que fue propiedad de la reina Isabel II de España, mientras que la Galería Lorenzo Martínez ofrece un "San Benito" en madera policromada del siglo XV de la Escuela Hispano-Flamenca.

Los amantes de la piedra tienen su espacio también en Feriarte, con la posibilidad de adquirir una pila bautismal del siglo XVII, una fuente de granito gallego del XVIII, un pozo de la misma época o unos bajos de hórreo decorativos.

Licoreras francesas, vajillas de porcelana francesa, relojes de distintos estilos y épocas, alfombras y un sin fin de muebles antiguos esperan, hasta el próximo domingo día 29, la llegada de un coleccionista o un amante del arte que los rescate de su vuelta a una galería.

En la 33 edición de Feriarte destaca la prestigiosa representación internacional, que se concreta en la participación de reputados anticuarios y galeristas extranjeros procedentes de Francia, Alemania, Bélgica, Portugal y Holanda, así como de Siria. Junto a la exclusiva selección de arte y antigüedades, con piezas de no menos de cien años de antigüedad, destaca la Galería del Joven Coleccionista, un espacio dónde los amantes de las artes decorativas podrán descubrir y adquirir obras de gran interés a un precio inferior a los 3.000 euros.