Ana Obregón ha vuelto a posar con su nieta Anita en exclusiva para la revista Hola. La popular presentadora y actriz ha abierto las puertas de su casa en Mallorca, la finca familiar 'El Manantial' para contar cómo está siendo su primer verano como abuela. "Si no fuera por ella, yo no estaría aquí. Me ha dado la vida. Me la ha devuelto. Ella es lo que ha dado sentido a mi vida estos tres últimos años: luchar cada día por tener a Anita conmigo", cuenta agradecidísima Obregón con la pequeña en sus brazos.

Hace cuatro meses la noticia de la llegada de esta niña al mundo daba la vuelta al mundo y levantaba una polémica como nunca antes se había visto en España por las circunstancias que han rodeado a este nacimiento. Se ha tratado de una niña gestada a través del método del vientre de alquiler, una práctica que aquí no está permitida, pero al haberse realizado en Estados Unidos, es totalmente legal en ese país. Además, se ha tratado de un embarazo post-mortem, algo que aquí está muy regulado y para lo cual deben cumplirse varios requisitos si se quiere llevar a la práctica. Nuevamente, en Estados Unidos, sí ha sido posible.

Con la llegada de Anita, Ana Obregón habría cumplido el último deseo de su hijo Aless Lequio, que, antes de morir con 27 años, le expresó que hubiese querido ser padre de familia numerosa pero que, lamentablemente, no pudo ser, al enfermar de cáncer dos años antes. De hecho, ya había congelado esperma en una clínica para tener esa posibilidad en un futuro. Ha sido así cómo Ana Obregón ha podido hacer realidad el sueño de su hijo y a día de hoy se esfuerza todo lo posible día a día para ser la mejor abuela que esta niña podría tener.

Unas vacaciones especiales

Tras el fallecimiento de su hijo Aless, Ana Obregón se sumió en un pozo de tristeza y dejó de realizar apariciones en público prácticamente. Su imagen de riguroso luto mostraba por fuera el sufrimiento que llevaba por dentro. Ahora, desde que hace cuatro meses Anita ha llegado al mundo, la presentadora ha recobrado la ilusión por vivir ya que ahora tiene a alguien a quien proteger y de quién preocuparse.

La última época ha sido especialmente dura para ella. A la muerte de su hijo en mayo de 2020; se sumó la pérdida de su padre, Antonio García Fernández, a los 96 años, en septiembre del año pasado; unos meses después de su madre, Ana María Obregón, con 95 años, en mayo de 2021. Por eso es de entender que regresar este año a la finca familiar le haya producido una fuerte emoción por los recuerdos vividos allí con sus padres y su hijo.

“Aless adoraba esta casa. Nos decía que, pasara lo que pasara, no se vendía, que quería que sus hijos la disfrutaran como disfrutó él. Y mira, su sueño se ha cumplido. Aquí está su hija", cuenta en su entrevista con Hola. Si no fuera por la pequeña, Obregón no habría visitado la isla: "Hubiera sido imposible estar aquí en su ausencia, con tanto dolor. Pero en cambio mira, aquí estoy con esta princesa que es una bendición, un milagro, de verdad".