Es el mismo alma, el mismo carácter envalentonado, la misma vena en la frente a puntito de estallar, pero no la misma persona. ¡En absoluto! El rostro de la periodista gallega del año 2009 no se asemeja para nada al de 2020. Ni en ojos, ni en dientes, labios, pelo o nariz. Desde que abandonara 'la cadena triste' por las revoltosas tardes de Telecinco, hace ya ocho años, ha sufrido en cara y cuerpo el llamado 'efecto Belén Esteban'. Con un adictivo añadido más, eso sí: ¡Bótox hasta en el cabello!
Era revoltosa y guerrera, combativa en plató como la que más (y lo sigue siendo). La niña mimada de Ana Rosa Quintana, de Jaime Cantizano y de una desorientada cadena, Antena 3 Televisión, que nunca supo dar forma al salseo ni al contenido rosa. Por ello, el 16 de octubre de 2011, finalizado ya ¿Dónde estás corazón?, la Patiño pisaba por primera vez en su vida los estudios de Telecinco. Primero como colaboradora de La Noria y El programa de AR, y poco tiempo después como contertulia en Sálvame, en su versión Deluxe y Socialité, el programa que por fin le convertiría en presentadora oficial (junto a las habituales sustituciones de Jorge Javier Vázquez). Todo ello en solo ocho años que han transformado por completo a la periodista gallega. Más por fuera que por dentro. Más con la ayuda del bisturí que con el habitual deporte que afirma practicar a diario. Porque el rostro de la periodista gallega del año 2009 no se asemeja para nada al del 2020. ¡Pasen y vean!
A diferencia de Elsa Pataki, que tampoco es la misma que correteaba feliz por los pasillos de Al salir de clase, Patiño nunca ha ocultado ciertas intervenciones estéticas con las que ha coqueteado. ¡Y son unas cuantas! Según recoge esta semana la revista Lecturas, en estos ocho años que lleva dando guerra en Sálvame, la gallega “se ha realzado el pecho por segunda vez, se ha sometido a un buen lifting cervical -el mismo truquito que se dio Carmen Borrego en la papada-, y se ha arreglado por segunda vez la nariz”. Como en una espiral #NonStop heredada de Belén Esteban, quien también dista mucho de ser la que fue, María se ha sometido a tratamientos de vitaminas e incluso ha probado, y esto es lo más fuerte, con el bótox para el pelo. De hecho, poco (o nada) tiene que ver su actual corte bob con su mítica melena revuelta, esa que otorgaba, por cierto, a la Patiño, una personalidad acorde a su rostro rebelde.
Pero claro, mantenerse natural y firme en un programa con más liftings a las espaldas que Cher no resulta tarea fácil. Basta con ver los primeros planos de Víctor Sandoval y Mila Ximénez para cerciorarse de que el quirófano también ha pasado por ellos. Por no hablar, llegados a este punto, del semblante de Kiko Matamoros. Démosle tres meses más y a ver quién es el guapo que logra diferenciarlo de Lord Voldemort.