Llegaba cómodo a fin de mes cuando accedió a la presidencia, con 1,3 millones de euros declarados, pero ahora camina con la solvencia de tener la vida solucionada. Una jubilación apetitosa y precoz. El matrimonio Obama, más famoso que las hermanas Kardashian, es cuarenta veces más rico ahora que cuando dormía inquieto en la Casa Blanca. Acumula un patrimonio neto, atención, de 40 millones de dólares (unos 34 millones de euros). La mitad de una fortuna que, todo sea dicho, la fue acumulando Barack durante los ocho años en los que ejerció como presidente yanki. El otro 50%, ya fuera del cargo. Porque además de carisma y don de gentes, tanto él como Michelle acumulan esa habilidad que tan de moda pusieron Ronald y Nancy Reagan: rentabilizar a toda costa la moqueta del Despacho Oval. Esa que tantos dolores de cabeza generó a Bill Clinton.
¡Vamos con los datos! A día de hoy, el expresidente norteamericano percibe una apetitosa pensión de 190.000 euros anuales por sus contribuciones a la patria, sin contar escoltas y seguridad privada (que corren a cargo del Estado). Además, factura por sus habituales intervenciones como conferenciante alrededor de 350.000 euros. ¡Es el pico de oro, junto con Meghan Markle, más rentable del planeta! Y por si estos sueldicos no fuesen suficientes, el 44º presidente de los Estados Unidos de América también hace caja con su faceta como escritor. Según Forbes, del 2005 al 2016 Obama percibió 15,6 millones de dólares en anticipos y derechos de autor por La audacia de la esperanza, A ti te canto: una carta a mis hijas, y también por Sueños de mi padre, su primer libro de memorias.
Y eso que en ingresos editoriales Michelle no tiene rival. Mi historia, con ventas multimillonarias, es la autobiografía más vendida de todos los tiempos. A la que ya hay que sumar Becoming. A Guided Journal For Discovering Your Voice (Convirtiéndose. Un diario guiado para descubrir tu voz), la última publicación de la primera dama más influyente de la historia. La suma completa de los contratos de sus libros alcanza la cifra récord de 59 millones de euros. Un pellizcazo que a J. K. Rowling, por ejemplo, le costó reunir más de quince años: durante la publicación de los siete libros de su saga.