Al menos, durante una larga temporada. Así lo ha confirmado la estomagante pareja a la cotilla prensa británica, la misma que afirma que, cuando David ya tenía las maletas preparadas para marchar a Miami y cumplir su sueño de dirigir desde el 8 de julio a su Inter, la caprichosa diseñadora decidió 'in extremis' quedarse en Gran Bretaña. Con los niños, pero sin su tatuado marido, negándose así a mudarse a su nuevo y lujoso piso americano de 30 millones de dólares. Parece que hay gato encerrado...
Siempre han sido más ñoños y pegajosos que los titánicos Jack Dawson y Rose DeWitt Bukater. Incluso cuando la salsera Ana Obregón coqueteó en 2005 con el inglés en un gimnasio madrileño, recuerden, y la ex Spice Girl le apodó Barbie geriátrica. Ninguna piedra, ni pedrusco en el camino, ha podido dinamitar durante años el amor entre David y Victoria, el matrimonio british más envidiado y rentable de todos los tiempos. El que ingresa millones de libras por llevar a cada evento, inauguración o estreno el apellido Beckham. Todo un chollo que, atención, puede terminar este mismo mes de julio. Al menos durante una larga temporada, pues vientos de crisis golpean a la pareja más deseada del Reino Unido, la que ya protagoniza un Tú a Londres y yo a Florida, pero en total carne y hueso.
Porque según la siempre cotilla prensa británica, cuando el famoso exfutbolista ya tenía todo empaquetado para marchar a Miami y ponerse a dirigir a partir del 8 de julio a su querido Inter (el equipo creado por él mismo), la diseñadora se puso bien tozuda y entonó un clarividente: "No, no, no". Como si de la mismísima Margaret Thatcher se tratara. Y eso que comodidad y confortabilidad no le van a faltar, y para nada, en la hortera ciudad americana. Como bien detallamos hace meses en estas mismas páginas, David ha comprado un lujoso piso de, atención, 30 millones de dólares. Pero oye, ella no se ve lejos de Covent Garden, ni de sus famosos fish and chips. Y por ello, el principal argumento que ha esgrimido para permanecer en Londres es que sus hijos Romeo y Cruz se encuentran en una etapa importante de la Secundaria y "no deberían cambiar de centro".
Pero claro, aunque la pareja ha pactado vivir separada (cuántas quisieran), lo cierto es que la mimosa Vicky no se lo ha tomado demasiado bien. ¡Ni contigo ni sin ti! "Ahora que el aislamiento está comenzando a disminuir, ella está molesta al pensar que esta burbuja reconfortante en la que ha estado durante las últimas semanas, con David a su lado las 24 horas, los siete días de la semana, está llegando a su fin", ha detallado a la revista Closer una fuente cercana al matrimonio. Aunque las terribles malas lenguas ya piensan, eso sí, que parece que hay gato encerrado.