Vivimos en mudanza permanente en esta era vertiginosa, pues lo que vale a la hora de escribir esta frase tal vez no sirva al redactar la última. Aunque nadie podrá refutar que ésta ha sido una semana movida, en línea con estos tiempos nada estáticos y con la naturaleza humana, que como filosofó Séneca está justo en la acción (el reposo presagia la muerte, apostilló). Al fin y al cabo, la actividad es lo que hace feliz al hombre, en palabras del poeta Goethe.

Feliz del todo compareció en nuestra portada del miércoles Joxerramon Bengoetxea tras recabar dos tercios de los votos emitidos en la UPV/EHU. Su hoja de ruta incluye recuperar consensos mediante una gestión horizontal, compatibilizando la búsqueda de la excelencia académica con reducir la burocracia. En lo que representa un rectorado de ruptura respecto del último cuarto de siglo, caracterizado por el continuismo y desde 2008 sin elecciones. Los próximos seis años pondrán en su lugar a Bengoetxea, cuyos cuajo intelectual y compromiso con el país ya están acreditados, con especial foco en su capacidad de negociación con el Gobierno Vasco. Si la UPV/EHU se halla en pleno tránsito hacia un cambio notorio, en la sede del PNV alavés se ha plasmado esta semana el recambio de José Antonio Suso, solvente relevo generacional con mirada de mujer encarnado por una Jone Berriozabal curtida en las lides gubernamentales y parlamentarias. Desde el estricto respeto de las reglas, la legitimidad del triunfo de la candidata oficialista no ofrece duda, como tampoco la conveniencia de coser la organización tras una disputa con Gorka Urtaran que ha mostrado la viveza interna pero a su vez ha deparado las lógicas fricciones. En fortalecimiento de un proyecto esencial a actualizar, especialmente exigido en Vitoria-Gasteiz como paradigma de fragmentación política. 

También el Ejecutivo de Lakua ha protagonizado estos días un avance histórico en vigorización de nuestro autogobierno con la Comisión Bilateral Permanente de Cooperación reunida por primera vez en 45 años. Coliderada por el lehendakari Pradales y el presidente Sánchez, ha supuesto un progreso determinante para el traspaso de las 29 competencias pendientes en virtud del Estatuto de Gernika, con el cierre este diciembre de un primer paquete de transferencias relativas al litoral, lo audiovisual, salvamento marítimo, meteorología o autorizaciones de trabajo a extranjeros. A lo que agregar el impulso de otras cuestiones también trascendentes como la gestión migratoria, el arranque de la macrorregión atlántica y el reconocimiento del uso oficial del euskera en la Eurocámara. La política útil sobre los pilares del rigor y el pacto.

Nada que ver con la porquería que circula por las cañerías políticas y jurídicas de la Villa y corte, infundios de probados defraudadores fiscales contra un presidente y un fiscal general que la caverna mediática propala sin un mínimo contraste en connivencia con togados de querencia diestra. Movimiento también, sí, pero hacia atrás y sin límite conocido. Retroceso. E involución.