Unas nuevas elecciones y unos nuevos resultados se supone que requieren a priori sesudos análisis sobre el nuevo mapa salido de las urnas. Y quizá resulte que el mapa salido de las urnas no sea tan nuevo como algunos y algunas se esperaban y al final no sea, en términos generales, más que una fotocopia algo movida del anterior mapa político en Euskadi. Y es que a excepción de Podemos, el resto de fuerzas que ha obtenido representación en el nuevo Parlamento vamos a tirar de manual para recalcar las bondades de los votos cosechados este domingo.
Y es verdad porque a PNV y PSE les vuelven a salir las cuentas, a Bildu –que seguramente esperaba más– sacará brillo a su ascenso sin consecuencias y nosotros desde el PP también tenemos argumentos para por lo menos esbozar una sonrisa que, no lo voy a ocultar, personalmente sería un poco más amplia de haber obtenido ese segundo parlamentario por Gipuzkoa. Javier de Andrés tiene un proyecto sólido que ofrecer a la sociedad vasca y lo ha ido contando por todos los rincones de cada uno de los tres Territorios. Las urnas han dictado que tenemos trabajo por delante, que tenemos que seguir el camino emprendido, pegados al terreno, pegados a los problemas del día a día de la gente, explicando nuestras propuestas con naturalidad, con audacia y sin complejos, yendo de frente, ofreciendo una alternativa de racionalidad, de sentido común alejada de sectarismos, clientelismos y enchufismos tan propios de los que llevan demasiado tiempo en el poder. Porque Osakidetza no se va a arreglar de la noche a la mañana y menos por los mismos que la han llevado a la mediocridad, porque el euskera no puede enfocarse como una imposición a superar si no queremos ser trabajadores de segunda o, directamente no tener trabajo en nuestra tierra o porque alguien tiene que defender que la RGI sea para quienes realmente la necesitan y nadie mire para otro lado cuando se destapan tantos y tantos casos de fraude.
Simplemente ya solo por eso el PP va a ser importante en el nuevo Parlamento Vasco, simplemente ya solo por eso tenemos motivos para estar contentos.