Padre, madre o simplemente persona que pasaba por el parque, me animo a escribirte con afán de activar tu conciencia sobre un fenómeno que en los últimos años empieza a normalizarse yendo a más entorno a la mayoría de los centros escolares. Se llama Radio Patio. Es un fenómeno conocido en las comunidades de vecinos, familias o grupos de amigos y que desde hace unos años, en esta era digital en la que vivimos, se ha modernizado y actualizado pasando a estar presente también en el mundo on line en forma de Whatssap, Telegram u otro tipo de espacio virtualmente compartido entre las familias.

Radio Patio escolar

Me encantaría poder activar y lograr dirigir la atención sobre el daño que pueden llegar a hacer tus comentarios, juicios de valor u opiniones respecto a menores que comparten el ecosistema educativo junto a tu hijo o hija al que tanto quieres. En mis años de experiencia y formación en el mundo de la educación, he aprendido que el entorno educativo debe ser un entorno de convivencia y seguridad en el que el respeto, la solidaridad y la empatía son ingredientes totalmente necesarios para que nuestro alumnado siga desarrollándose como persona íntegra y equilibrada.

Durante ese proceso de crecimiento, a cualquier menor se le debería otorgar el derecho a cometer errores que le lleven a ganar consciencia para entender y reconocer aquello que está bien o mal. Desde esa autoconciencia y autoconocimiento, el agradecimiento o el perdón serán aspectos que determinarán el camino hacia el aprendizaje y desarrollo humano basándose en unos valores sustentados sobre todo en el respeto.

No hay mayor aprendizaje que el que se adquiere desde la “metedura de pata”, y deberías de saberlo ya que seguro que al igual que yo, la habrás metido en infinidad de ocasiones recibiendo de esa manera grandes lecciones de vida.

En un entorno de convivencia como son los centros educativos, es normal y habitual que surjan episodios a orientar y corregir, temas o rumores que en muchos de los casos puedan llegarnos de manera sesgada o intoxicada. Por ello, es fundamental gestionar desde la razón y la madurez, y nunca desde la emoción que a veces nos ciega y lleva a olvidar la responsabilidad que tenemos y el dolor que puede ocasionar una mala gestión de aquello que compartimos o hacemos público.

Entre nuestras obligaciones, como directores y educadores de un centro escolar al que muchas familias han otorgado su confianza y el bienestar de sus hijos e hijas, está la de transmitir nuestro pesar, preocupación e incluso malestar por aquellos comentarios que de manera gratuita se difunden y comparten alrededor de una cerveza, en el grupo de Whatssapp de la gela o a la entrada de la ikastola que puedan ofender o faltar al honor, la privacidad y la salud emocional de cualquiera de nuestros menores y sus familias.

Ese niño o joven afectado hoy, puede ser tu hijo o hija mañana, y ello debería de hacernos conscientes, prudentes y muy pulcros a la hora de lanzar una opinión o aún peor, a la hora de etiquetar a un niño, adolescente o un grupo de aula por el hecho de haber oído, escuchado o interpretado algo que aún pareciéndonos inadecuado o lejos de los valores que reinan en nuestras casas, merecen ser tratados con cordura y madurez. El juzgar, difamar o difundir bulos o versiones que muchas veces no se acercan a la realidad, además de ser injusto, pueden atentar directamente a los derechos de un menor que está amparado por la Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia.

¿Conoces el juego del teléfono escacharrado? En la ikastola procuramos jugar a él como herramienta pedagógica para hacer consciente a nuestro alumnado del peligro de no aplicar la escucha activa en las relaciones personales, de opinar de oídas sobre temas de los que nos falta información o del riesgo de posicionarnos públicamente juzgando a personas que en este caso son además menores de edad.

En nuestro trabajo diario buscamos aplicar el hecho de juzgar, arbitrar y resolver los comportamientos y nunca sentenciando o estigmatizando a las personas.

El modelo de persona que tenemos definido en nuestra ikastola, al igual que en otras, es el centro alrededor del que se define y se estructura nuestra propuesta educativa, y entre los cinco rasgos principales, lograr desarrollar “personas con pensamiento analítico-crítico” es algo nuclear y para lo que trabajamos cada día.

Es nuestra labor, honrar y proteger la maravilla de la infancia y para ello es fundamental que la escuela y los espacios informales alrededor de ellas, sean espacios seguros y enriquecedores en los que la ikastola y la familia deben ofrecerse mutuamente algo tan importante y necesario como es la confianza entre las partes.

Para ello, la comunicación y la transparencia son ingredientes necesarios pero que a su vez no deben ser confundidos con el rebasar líneas que puedan atentar contra la integridad o el derecho a la privacidad del menor y su familia.

Por todo ello, siendo hoy el día internacional de los derechos de la infancia, te invito a reflexionar y a jugar a otro tipo de juego diferente al Radio Patio escolar.

Director de Axular Lizeoa