La gente inteligente no se ofende; saca conclusiones

Nadie plantea dimisión alguna y menos ahora. “En tiempos de zozobra, no hacer mudanza”, fue el mandato de San Ignacio que recordó Arzalluz en aquella importante asamblea de Zestoa. El 28 pasado, al EAJ-PNV le ha golpeado la abstención por una suma de circunstancias que analizaba bien Andoni Ortuzar el domingo pasado en los diarios del Grupo Noticias. Dijo asimismo en otros medios que era preciso volver a conectar con el ciudadano, ser más humildes, buscar una mayor conexión con la gente y una humanización de las relaciones. Es lógico pensar que si hacía esta fotografía de situación es porque ha detectado un problema que se resume en falta de empatía, quizás soberbia, y prepotencia por parte de un gobierno, de un partido y de dirigentes autosuficientes que han perdido 86.000 votos y cuyos votantes se han ido a la abstención. De momento.

No hay duda de que el terreno de juego está en el centro. Hay que volver a motivar. No deja de llamarme la atención los que han descubierto que la política son emociones. Hay que volver a crear mercado. Aguantar la marea en las legislativas (no faltan argumentos para poner en evidencia al PP y PSOE) y preparar unas elecciones al Parlamento Vasco que van a ser decisivas para el futuro de Euzkadi. Creo por tanto que las dos campañas deben compartir una misma estrategia.

CAMPAÑA ESPAÑOLA A DOS

Las elecciones del mes que viene son legislativas pero muy españolas y son el peor escenario para los partidos vascos. Nos caen dos campañas en una. La española y la vasca teniendo que soportar la exclusión en los debates, en las tertulias, en la información y en un fomento absoluto del bipartidismo como si te echaran al agua con las manos atadas a la espalda. Ya el glorioso estado no es una monarquía parlamentaria sino bipartidaria a la que se le añade la consigna de que el voto útil es para los partidos estatales aunque al final un partido como el PNV le mandó, nada menos, que a Rajoy a hacer footing a Sanxenxo en 2018. Y se llevaron las manos a la cabeza y Ciudadanos nos quiso excluir de todo. Hoy Ciudadanos no existe, como UPyD. Y nadie les echa en falta.

Pedro Sánchez se ha visto obligado a disolver las Cortes fundamentalmente por un problema de credibilidad y por no haber sabido ser presidente de un gobierno serio. Le ha faltado sindéresis. Y eso que la economía le funciona. Bien es verdad que ha tenido enfrente a parte de su partido y a una oposición rabiosa, antidemocrática, brutal, sin escrúpulos ni remordimientos, base de un conservadurismo radicalizado que terminará pactando con Vox. Es lo que nos puede venir si Sánchez no suma con los partidos de la Moción de Censura, escarmentados de esta última y panchovillesca legislatura. Sánchez ha jugado con fuego y ha permitido a Podemos hacer y decir lo que le daba la gana a cuenta de que son una izquierda radicalizada y de pandereta. Y ahí está Podemos dando brazadas. También pasó con una EA que pactó con Sortu y ha desaparecido. Si la política es diferenciación no es admisible en un político desconocer el ABC de la misma. La gente no es imbécil y quiere lo que quiere. Sánchez nos ninguneó, con una Bildu a la que no necesitaba y le dio visibilidad y ésta le pagó con una puñalada trapera metiendo responsables de asesinatos en sus listas para dar carnaza a la España profunda que le ha hecho la campaña.

Tras un año en el congelador ¿qué necesidad tenía Sánchez de dejar que Podemos y Bildu presentaran la Ley de Vivienda conculcando competencias vascas y poniéndonos a la defensiva?. ¿Y qué decir del Si es Si tan desastrosamente llevado teniendo que sacar la ley con el PP porque Podemos votaba en contra y sin embargo seguían con el coche oficial?. Todo ha sido un despropósito. Hoy Podemos ha desaparecido en Madrid y Ayuso tiene 71 diputados. Los votantes son personas, no marcianos, y el PNV no es un reloj al que se le ha acabado la cuerda, pero hay que dársela. Una correcta política de comunicación exige utilizar más herramientas que no se han usado y además se ha permitido que un medio público como ETB se convirtiera en la terminal y altavoz de todo el malestar social, sin el contrapunto de una réplica adecuada. Y esto es parte de un mal resultado porque desgasta mucho. ¿Se analizará?

Y un detalle fundamental. El EAJ-PNV no ha perdido las elecciones, ni las ha ganado Bildu. Pero es verdad que nos ha golpeado la abstención. Cuando el votante pierde la ilusión o vota por resignación, mala señal. No hemos sabido motivarles o, como dicen algunos, ha primado la arrogancia. Hemos ganado, si, pero si no cambian las cosas igual hemos comenzado a perderlas. Por eso hay que volver a ciertas apuestas porque cuando el PNV juega como equipo, siempre gana. Nadie vota por agradecimiento sino cuando enamora, ilusiona, emociona y no solo gestiona.

EL LEMA DE AJURIAGUERRA

Los lemas en campaña son muy importantes. Mediavilla reconoció que en la campaña del 28 se habían equivocado. Conviene pues recordar que se van a cumplir este jueves 15 de junio, 46 años de las primeras elecciones democráticas tras la muerte de Franco. Previamente, un grupo de jóvenes del Partido, entre ellos Joseba Goikoetxea, estuvimos en Alemania aprendiendo rudimentos de comunicación electoral. Hoy los que dirigen las campañas nacieron sabiendo y no consultan con nadie. Pero nosotros trabajamos en aquella campaña quedándome tatuado lo que ocurrió en la reunión previa del EBB, en el piso de la calle Iparraguirre. Llegó la agencia con sus propuestas y lemas. Pusieron carteles y mensajes encima de la mesa. Todos opinamos. Ajuriaguerra, que observaba callado dijo desde su auctoritas “no me vale ninguno”. Al PNV le define su “fuerza, su eficacia y su honradez”. Y no quiero que pivote el mensaje principal en nadie en particular. Somos un partido, un equipo, un pueblo en marcha y no es admisible ni el culto a la personalidad ni centralizar la campaña. Eso no está en nuestra cultura. Ese fue el slogan. Obtuvimos 8 diputados y los senadores del Frente Autonómico. El cartel, con todos los candidatos al que llamaron Wanted era horrible, pero ganamos.

Desde la sala de máquinas trabajamos en la campaña de 1979 y nos tocó dirigir la de Jon Castañares como alcalde de Bilbao. La agencia nos dijo que solo se ocupaba de la campaña paraguas. Es constatable que no hemos sacado mejor resultado en ninguna campaña tras aquella primera porque logramos entusiasmar e involucrar a todo el partido, a todo, y estábamos destinados a perderla. Hoy Aburto no sería el alcalde de no haber ganado el PNV en 1979. Es muy difícil descabalgar a un alcalde solvente. Nos tocó asimismo con posterioridad la de la aprobación del estatuto y la primera del Parlamento vasco en 1980, sacando incluso por las calles una ballena como gargantúa para los críos. Cuento esto porque no todo fueron victorias, ya que tras dividirse el PNV en 1987, la agencia nos pidió que ocultáramos a Xabier Arzalluz, cuya pelea política con Garaikoetxea había sido pública. “No lo vamos a hacer –le contestó Josu Bergara, que era el secretario del EBB–. Entre prescindir de Arzalluz o de la agencia, prescindimos de ustedes”. Y así fue. Perdimos, pero no nos sometimos a criterios técnicos, que seguramente tenían su valor. La responsabilidad del éxito o fracaso de un mensaje siempre es responsabilidad política, no de la agencia. Y en el lema, está la oferta básica.

LA ESCUCHA ACTIVA

En noviembre de 2021 nació Entzunez eraiki, un proceso de “escucha activa” con el que el EAJ-PNV pretendía construir, caminado junto a la sociedad vasca un proyecto para el futuro. Una magnífica y necesaria idea. La presentó el responsable del área de Innovación Política, Xabier Barandiaran programando cientos de encuentros y conversaciones en decenas de ciudades y pueblos de los siete territorios. La idea era muy novedosa, en tiempos de inacción de las Organizaciones Municipales por la pandemia y de ausencia de debate en los batzokis, aunque corría el peligro de ser solo una iniciativa parcial o de marketing al no haber sido acompañada de una escucha interna dentro del PNV, como cuestión previa, y su correspondiente puesta en práctica. Recuerdo como en una asamblea de la organización municipal de Matiko, el descargo que nos hizo Aitor Díaz, el responsable de un trabajo muy laborioso y difícil que había realizado por todo Uribarri. Una de las conclusiones era que se le debería ver más a la gente del PNV por las calles y la sensación de inseguridad. Me extrañó el aserto y quise saber algo más y si éstas conclusiones se iban a abordar y como. Lógicamente, él no tenía la respuesta. Sin tanta sofisticación sociológica, el dueño de un garaje del barrio me lo resumió todo en: “Habéis perdido el contacto con la calle”. “Yo no”, le contesté. Posteriormente he visto que en Ataun, pueblo del burukide responsable de la escucha activa, Bildu ha obtenido mayoría absoluta. Bildu 7, PNV 2. Ataun es el pueblo de Don José Miguel de Barandiaran y eso que hubo mitin con Joseba Egibar y Xabier Barandiaran. El PNV, además, ha perdido dos concejales que ha ganado Bildu. ¿Es esto comprensible teniéndose tan claro lo que hay que hacer? Algo, pues, ha fallado en esta escucha activa y sería bueno conocerlo, tras una necesaria autocrítica.

Son datos, no críticas al vuelo en momentos en los que como dice el centenario Kissinger “vivimos en un tiempo maravilloso, en el que el fuerte es débil debido a sus escrúpulos y el débil se fortalece debido a su audacia”.

Me quedo con la recomendación de Ortuzar sobre la necesaria humildad, la humanización de las relaciones, el estar al quite y salir de la burbuja. El 23 de julio tenemos una cita importante, en septiembre el Alderdi Eguna (tras el pinchazo de la asistencia del año pasado), el año que viene elecciones al Parlamento Vasco y en junio al Parlamento Europeo. Un escenario de muchísimo trabajo y de muchísima y obligada empatía. Ojalá se haga con humildad, humanizando las relaciones y haciéndole caso a Agatha Christie.

* Diputado y Senador de EAJ-PNV (1985-2015)