¿De qué nos reímos los vascos? No sabría decir, pero quizás nuestros gustos en humor los interpretó bien Oscar Terol con el fenómeno Vaya Semanita, un nivel de cachondeo que años después no hemos superado. Nos seduce la autocrítica social y ridiculizar nuestros complejos, aunque no somos partidarios de ironías y menos de sarcasmos, porque Euskadi es un país asperger con dificultades para expresar emociones y las relaciones sociales. ¿Es un tópico? En esto llega a ETB2 la sorpresa de Akelarre, del género del talk show, de humor y entrevistas, de sofá, orquesta y público en plató. Iba siendo hora de algo así y ya está ubicado en las noches de los jueves. La clave del talk show está en el presentador, pues su gracia espontánea y carisma de comediante tienen que llenarlo todo. ¿Y si fuera mujer? Bien elegida está la getxotarra Valeria Ros, cómica de ojos tristes, a quien ya habíamos visto en Zapeando. No hacía falta que hiciera demostración de su vena políticamente incorrecta y su verbo golfo. Su problema está en graduar lo irreverente, no vaya a ser que indigeste. Tanto exabrupto les quita sitio a otras formas originales de mofarse de la absurda realidad. Como partenaire tiene a Pablo Ibarburu, experimentado a ambos lados de la cámara en el género, dominando el tinglado. El único error de este Akelarre es que no es en directo. ¿A qué tienen miedo? La improvisación creativa adquiere su grandeza en tiempo real, cuando el ingenio ya no depende de guionistas ni de edición. El espacio está coproducido por la vasca K2000 y la catalana El Terrat, cuya garantía son las maravillas de Late Motiv de Andreu Buenafuente, Nadie sabe nada en HBO Max y La Resistencia con David Broncano. Ojalá este Akelarre, con la bruja de la risa, nos lleve a un descojono gamberro de hora y media. Sí, Valeria, pásate de la raya.
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