Es una obviedad, pero para empezar lo importante es conocer al detalle el recorrido de la crono. Siempre hay que pensar en que no se deshaga el equipo y por eso es necesario saber como es el trazado y dónde están los puntos más complicados. El calentamiento ha de ser igual que el que se hace para una contrarreloj individual. A partir de ahí, mantener el orden es muy importante. Cada corredor tiene una posición asignada dentro del equipo para dar los relevos. Hay que tener muy claro quién hará el primer relevo, hasta qué momento y estar muy coordinados. Es fundamental. Otro de los factores a tener en cuenta es saber cuánto tiempo va a tirar cada corredor en la fila. Es un matiz muy importante. A cada corredor se le dice cuál es el tiempo que debe estar tirando. Dependiendo de la potencia y de la capacidad que tenga en las cronos, tirará más o menos. Hay relevos de 20 segundos, de 15, de 10 y hasta de 5. El buen director es aquel que sabe gestionar eso y adaptarse al momento de la crono, porque no siempre se puede seguir lo establecido. Hay que improvisar y saber interpretar como va el equipo y poder variar los tiempos para obtener el mayor rendimiento posible. Por ejemplo si tú ves que alguien del grupo de los 10 segundos está muy bien, le puedes estirar el relevo a 15 segundos y por el contrario, si uno de otros 10 está sufriendo, se lo reduces. Hay que saber a quién hay que estirarle el relevo y a quién se le ha de acortar. Lo prioritario, en cualquier caso, es basarse en el corredor más débil. Hay que conseguir que el más débil pueda rendir al 100% porque así el resto lo hará mejor. Cuanto más tiempo mantengas al equipo unido, mejor. Tener un relevo más siempre se nota. Si alguien va mal puede fallar un relevo, pero no dos. Para eso es mejor dar un relevo largo a tope y quedarse y apartarse de la cadena de relevos. Si se queda atrás dejando pasar corredores sin entrar, el equipo mentalmente se viene abajo y eso es algo que hay que evitar. No se puede ir a rueda. Es un error. Del mismo modo, es básico que en rotondas o curvas cerradas, el que visualiza la trazada entre y salga en primer lugar. Con eso se evitan látigos innecesarios, posibles caídas y desorganización. Mantener el bloque, darle importancia al eslabón débil para que crezca el equipo y saber manejar los tiempos en los relevos se antojan imprescindibles en las cronos por equipos, un ballet de ciclistas sincronizados.

El autor es exciclista profesional de Once, Euskaltel-Euskadi y Liberty y actual director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk.