España va a salir más beneficiada de lo inicialmente previsto de los fondos europeos Next Generation EU. Inicialmente, estaba previsto que la economía española recibiera un total de 140.000 millones de euros de los fondos europeos, de los cuales, 69.500 millones llegarían en forma de ayudas directas y, el resto, como préstamos. Pero esa asignación se hizo antes de calibrar con exactitud el impacto de la crisis en España, que se ha convertido en la economía europea más golpeada por el covid y también en la que más podría tardar en recuperar lo perdido por la crisis. Ese impacto, mayor del previsto, sumado ahora a las implicaciones económicas de la guerra en Ucrania y la inflación, han hecho que Bruselas reconsidere los pagos y aumente el montante destinado a España en 7.700 millones más. Además, la Comisión Europea ha aprobado un nuevo pago de 12.000 millones de euros que se sumarían a los 9.036 millones ya recibidos a mediados de agosto de 2021 como parte del adelanto, y a los 10.000 millones del primer desembolso, recibidos a finales del año pasado también.

Dinero y reforma laboral

Este segundo desembolso del plan de recuperación se corresponde al cumplimiento de 40 hitos y objetivos, cumplidos a lo largo del segundo semestre de 2021. Entre ellos, se encuentran la reforma laboral y la primera parte de la reforma de las pensiones. Concretamente, este pago está ligado al establecimiento de medidas para reducir la temporalidad del empleo y la proporción de contratos de este tipo en el mercado laboral, las normas para la negociación colectiva o la estabilidad de las pensiones. Como exige el Reglamento del MRR, España también ha confirmado que no se han revertido las medidas relacionadas con los hitos y objetivos previamente cumplidos de forma satisfactoria. Antes de presentar su evaluación preliminar positiva de la solicitud de pago, la Comisión ha evaluado exhaustivamente esta información.

Las pensiones

La realidad es que España, más allá del grado de ejecución del plan de recuperación en los anteriores pagos, ha recibido el ok de la Comisión Europea para el nuevo pago. Pese a que con este nuevo pago España es el Estado miembro que más ayudas ha recibido hasta la fecha del plan europeo de recuperación, la Comisión ha mostrado sus preocupaciones de sostenibilidad del escenario económico español. El Ejecutivo comunitario subraya que España “debe atajar el riesgo de que surja un agujero fiscal significativo como consecuencia de las medidas adoptadas” para cumplir con el compromiso de garantizar la sostenibilidad de las pensiones a corto, medio y largo plazo. De hecho, el plan de recuperación recoge este último compromiso como condición para recibir el tramo de 10.000 millones previsto para la primera mitad de 2023 (el cuarto pago), así como el resto de medidas que forman parte de la reforma del sistema de pensiones que deben ser adoptadas antes de que finalice este año.

Ucrania e inflación

Se trata, en concreto, del mecanismo de equidad intergeneracional –que sustituye al factor de sostenibilidad que adoptó el anterior gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy pero que no llegó a entrar en vigor–, la ampliación del periodo de cómputo para el cálculo de las pensiones por jubilación y la adecuación de la base máxima de cotización. Además, España se verá beneficiada por la evaluación del impacto de la guerra de Ucrania y de la inflación consiguiente generada en esta crisis. Con la nueva cuantía final está claro que Bruselas no quiere que la cuarta economía europea pierda credibilidad en el mercado de deuda. Una subida de la prima de riesgo supondría un riesgo añadido y extendería la sombra de un rescate encubierto de nuestra economía. De ahí que la ecuación dinero versus reformas siga siendo la favorita en los despachos de la Comisión para que España pueda navegar las turbulentas aguas de la situación económica sin incrementar más sus desequilibrios.