e plantea con cada vez mayor insistencia la dicotomía de los derechos individuales versus los derechos colectivos. El debate está servido en relación con las vacunas. No es la primera vez que trato esta cuestión, pero la colisión de derechos no es cuestión baladí.

Hay países que proponen poner la vacuna con carácter obligatorio. En algunos casos para determinadas profesiones -los y las sanitarios/as-, en otros se debate incluso con carácter general.

Hay un ingrediente novedoso en el debate, al menos para mí. El de la posibilidad de una tercera vía frente al debate sobre vacuna obligatoria o no. Y es la de que, quien opte por no vacunarse, que pague de su bolsillo el tratamiento hospitalario al que se expone. Y eso se plantea en el contexto en el que vemos que la mayoría de los ingresados en las Unidades de Cuidado Intensivo son gente que libremente optó por no vacunarse.

Que yo recuerde, la última vez que se planteó una solución de este tipo fue cuando la prohibición bastante generalizada de fumar en los primeros años 2000. En ese contexto el razonamiento era que todas y todos sabíamos que fumar es perjudicial para la salud, ergo quien se expone a problemas sanitarios por ello, que pague el tratamiento de su bolsillo.

Con franqueza no me gusta esa solución. En el caso del fumar porque hablamos de una adicción. En el caso del coronavirus, es cierto que se podría argumentar que si optas por no vacunarte no sólo te pones en peligro tú, pero pones en peligro a los demás. Pero me da terror abrir esa puerta, la verdad. Por esa puerta, y con argumentos muy parecidos, podemos llegar con facilidad al final del sistema público de salud y al final de la cobertura universal del mismo. Quien enferme, que se pague su curación. No. No me gustan las prohibiciones, pero creo que sería más coherente en este caso. Y además la solución del pago no tiene efectos en cuanto a terceros ya contagiados.

@Krakenberger