l primer pico de consumo de estas navidades ya ha pasado. Nos quedan dos: el de Nochevieja y el de Reyes. Sumando los tres, cada persona habremos gastado una media de 441 euros (según datos estatales de una Encuesta de Compras de Accenture). El Observatorio Cetelem, centrándose en Euskadi, eleva esa cifra a 477 € por persona en el País Vasco. Desglosado el gasto, a las compras de alimentos para las celebraciones, 7 de cada 10 familias destinarán más de 100 €. Del resto de partidas, estos y otros informes calculan que nuestro consumo caerá incluso un 25% respecto al año pasado, como consecuencia de la crisis económica (que ya ha empezado a sentirse). El comportamiento ahorrador asimismo es resultado de la imposibilidad de viajar o salir. Ni siquiera la lotería se ha librado (en Álava, se han gastado 49 € por persona, un 4% menos que en 2019).
De esta caída de consumo, entre las principales víctimas están las tiendas locales, perjudicadas además por la aceleración de la venta por Internet en grandes plataformas. Ante ello, las campañas de consumo local llevan tiempo intentando sensibilizarnos, con lemas atractivos:
"Calidad, sin ir más lejos".
"Cada vez que compras en una empresa local, haces latir la economía de tu ciudad".
"AMA_tu_ZONa, para que quien sonría sea tu vecino" (ironizando con la sonrisa del logotipo de Amazon).
Todavía estamos a tiempo de hacer caso a esos mensajes y de que "la ilusión de nuestro comercio local nos mueva". Ojalá que terminemos el año y empecemos el nuevo comprando con gusto (también esas 9 de cada 10 personas vascas que no hemos contraído el coronavirus, y que ojalá no lo contraigamos y perdamos el gusto como síntoma, si me permiten el juego de palabras). Ojalá, en definitiva, que empecemos el 2021 comprando en el comercio local, porque ello significará que compramos con-sumo justo.