El director Pedro Almodóvar ha confesado este jueves que está viviendo un torbellino de 24 horas lleno de emociones que se culminará esta tarde con el Premio Donostia del Zinemaldia. "Está siendo más emocionante de lo que yo pensaba y me hace recordar constantemente en la primera vez que vine hace 44 años con 'Pepi, Luci y Bom'", ha señalado el cineasta ante la comparecencia más multitudinaria de lo que llevamos de edición.
Almodóvar presenta en la capital guipuzcoana su primera incursión en Hollywood, 'La habitación de al lado', un filme que protagonizan Julianne Moore y Tilda Swinton, que se encargará de darle el galardón del festival. "En estos 44 años he cambiado mucho, pero esta ciudad sigue provocándome emociones muy parecidas", ha reconocido el director manchego.
Según ha confesado, en la actualidad se encuentra en un momento vital más relajado, pero desde su llegada a Donostia no puede controlar su excitación. "Lo más impactante de este tiempo es que he podido hacer lo que quería. Yo sabía que si no podía hacer cine sería la persona más desgraciada del mundo, pero lo mejor ha sido mi trayectoria, que, con películas mejores y peores, han sido mías y eso es un privilegio ", ha afirmado.
Del mismo modo, Almodóvar ha señalado que sus temas y su modo de ver el cine también se han transformado. "He tenido la suerte de que siendo joven me pude desfogar con mis películas. Ahora no necesito eso. He aprendido a contenerme", ha apuntado, al tiempo que ha lanzado un mensaje a la industria: "Lo mejor que se puede hacer es tratar de ser uno mismo".
Una muerte digna
En su comparecencia, el cineasta no ha querido obviar la oportunidad para hacer un alegato en favor de la muerte digna (el filme aborda el cáncer terminal de una mujer) y el problema del cambio climático, una cuestión que la ultraderecha niega. "Nunca podré entenderles. Encima son católicos y a mi lo que me enseñaron los curas es que hay un mandamiento que es ama al prójimo. No parece que les importe lo que puedan sentir sus hijos, nietos o abuelos", ha agregado.
Por último, ha bromeado sobre la asistencia del presidente español, Pedro Sánchez, en al acto de entrega de esta tarde y ha asegurado que "las películas no se hacen políticas, sino que son políticas": "La habitación de al lado también responde a lo que está ocurriendo en EEUU que me hace perder la fe en el ser humano".