No es la primera vez que la proyección de una película o de un documental provoca polémicas en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Como dice su director José Luis Rebordinos, la crítica va en el cargo y de hecho, como él mismo reconoce, no es la primera vez que una película o documental con el trasfondo de la violencia de ETA ha sido criticada. En nuestros micrófonos, el director del Festival responde de forma clara y contundente a quienes le acusan de querer blanquear a ETA emitiendo el documental "No me llame Ternera" de Jordi Évole e insiste, para criticar primero hay que ver.
"Siempre es desagradable porque te insultan pero estoy acostumbrado. Va en mi trabajo. Nos toca defender la libertad de expresión y lo hacemos de manera responsable", afirma José Luis Rebordinos. "El problema empieza cuando gente que no ha visto la película pide que la retires. Hay víctimas que la han visto. Hay opiniones diferentes incluso alguna nos ha dicho que debería verse en los colegios, incluso Sortu que no le ha gustado nada, no nos ha pedido que se retire", añade.
El director del Festival no pide que el documental le guste a todo el mundo ni mucho menos. "Yo no intento convencer a nadie. La película la han visto los partidos y ha mostrado su malestar Sortu. El resto no. La mayoría cree que es bueno que se vea lo que piensa un hombre que fue miembro de ETA 50 años. Me interesa conocer este personaje y me interesa saber qué se esconde detrás de la cabeza de Josu Ternera", defiende.
De hecho, insiste, Sortu ha criticado la película pero no ha pedido su retirada. "En el comunicado de Sortu al menos no me han insultado. Los defensores de la libertad aparte de pedir la censura de la película me han insultado y han deseado cosas terribles a mi familia. Me parece grave que 400 intelectuales pidan que se censure cuando no la han visto. Les hemos ofrecido la posibilidad de verla y no han aceptado", revela.
Da la impresión que importa más el impacto en la prensa que el hecho de retirar o no la película
Rebordinos califica de "muy dura y muy tensa" la película y entiende que quien la ha visto piense que falte contexto u otras realidades, Pero no es la primera vez que esto ocurre. "Cuando publicamos 'Non dago Mikel', se habla de la tortura y los GAL y tampoco se contextualizaba lo que hacía ETA. "(El documental) no cuenta la Transición, lo que fueron los 70 y 80, tampoco los niega, se centra en otras cosas", explica.
"Nosotros no vamos a blanquear a ETA. Que la película da la palabra a Josu Urrutikoetxea, pues le da la palabra pero es que yo quiero oírle. Quiero dar la palabra a alguien que no es darle la razón. Creo que es interesante oír todas las posturas", remarca y considera que la forma de responder por parte de Sortu es la adecuada.
"El propio comunicado de Sortu me parece estupendo. Que manifiesten lo que opinan de la película de forma civilizada sin pedir que se retire. Es parte del juego democrático. Cuando se vea la película habrá debate pero habrá debate entre gente que está viendo la película", señala.
El festival ni ha pagado ni ha pactado con ETA nunca
"No me arrepiento"
El director de Zinemaldia asegura que si tuviera que volver a tomar la decisión de si incluir el documental o no, su postura sería la misma. "No me arrepiento y tampoco es tan grave. Hablamos de una banda que asesinó a miles de personas. Lo mío es un juego de niños. Es desagradable pero no me arrepiento", insiste.
"Cuando rechazamos la película que sintonizaba con la izquierda abertzale nos llamaron inquisidores franquistas. Cuando al año siguiente pusimos 'Asier eta biok' nos dijeron que habíamos metido a ETA desde que yo era director y el alcalde Juan Karlos Izagirre había metido a ETA en el festival. Pues no señores. El alcalde y un servidor un año no pusimos la película de la izquierda abertzale por la que me llamaron inquisidor franquista. El alcalde Juan Karlos Izagirre fue siempre exquisito, nunca presionó porque pusiéramos una película de la ideología de grupo político y al año siguiente a los mismos nos dicen terroristas. Esta es la realidad de nuestro país", lamenta.
Esa palabra tan horrible que es equidistante. Si dices que condeno a ETA y condeno las torturas soy equidistante. No señores. Lo que no quiero es que se vulneren los derechos humanos.
Rebordinos no ha querido confirmar si como denuncia hoy un medio digital, el Festival rechazó emitir la película 'Guerra' sobre el político socialista. "Hay una regla de oro que es no hablar de películas que no han seleccionado. Los chungos del festival ponen películas de terroristas y rechazan la mía", ironiza. "Me da pena el director que es un papel bastante triste. Ven las películas como vasos comunicantes pero no es así se ven de forma independiente", afirma.
José Luis Rebordinos lamenta que sólo se hable de esto cuando esta 71ª edición cuenta con más de 200 películas. "Lo único que me molesta es el dolor que le pueda causar a las víctimas. Lo entiendo. Las víctimas no son un solo bloque. Hay que darles nuestro cariño, juzgar a los culpables. Pero ser víctima no te da la razón ni poder censurar. Las víctimas en Euskadi nos guste o no, los que murieron por culpa de ETA con eso han ayudado a mantener la democracia en Euskadi porque ETA era un proyecto totalitario", afirma.
Novedades de última hora
Al margen del documental de Évole, el Festival se ha visto afectado por la huelga de actores y actrices de Hollywood. Parece que las negociaciones han permitido algunos avances pero reconoce Rebordinos que no hay tiempo para que puedan venir estrellas norteamericanas y apunta que las noticias que a él le llegan no son optimistas sobre el fin de la huelga.
Desvela que la idea de que Javier Bardem recoja el año que viene el premio Donostia partió de él. "Llevábamos semanas hablando, teníamos que tomar una decisión. Le dije mira si este año recoges el premio, las preguntas van por la huelga y nosotros queremos celebrar su obra que nos parece impresionante. Nos parecía mejor que lo recogiera con una gran fiesta. El último planteamiento lo hice yo", reconoce.
Afirma asimismo que el premio Donostia Haiao Miyazaki es el que más ilusión el hace. "Sus películas cuentan historias profundas, un humanismo terrible, defendiendo los derechos humanos, el papel de las niñas y mujeres. Sus películas nos hacen pensar y sentir pero nos divierten. Soy muy fan y es de lo que más ilusión me va a hacer", asegura.
En cuanto a la venta de entradas se muestra muy satisfecho. "No vamos a llegar a las cifras de pre pandemia pero vamos a llegar a 150 160 mil espectadores en nueve días", confirma.
Como buen cinéfilo acaba esta entrevista con suspense. "Hoy a las tres de la mañana he recibido buenas noticias de Estados Unidos. No puedo contarlo. Esta mañana continuaban las negociaciones. Hemos seguido trabajando por los permisos y esperamos sumar una presencia bonita con una historia norteamericana en San Sebastián". Tendremos que esperar para saber de quién o de qué película se trata. Es lo que tiene el Zinemaldi, emoción y expectación hasta el final.