Santiago Segura vuelve dispuesto a conquistar la taquilla veraniega con Vacaciones de verano, una nueva comedia familiar escrita con la actriz y guionista Marta González Vega, con quien ya formó tándem en las taquilleras sagas Padre no hay más que uno y A todo tren.
Desde 2018, Santiago Segura (Madrid, 1965) ostenta el liderazgo de la taquilla nacional tras el estreno de Padre no hay más que uno 3 y el año pasado alcanzó 15,61 millones de euros de recaudación con A todo tren 2, producida por Bowfinger International Pictures, la empresa del actor y director.
“La presión existe, pero no por el hecho de reventar la taquilla sino por no defraudar a esa gente que te sigue y que la espera. Pero creo que vamos a tener suerte porque creo que esta película es igual o mejor que las anteriores”, asegura Segura, que se va a quedar sin vacaciones porque ya se encuentra escribiendo la del próximo año. “Hacer una película al año es duro”.
Una presión por la taquilla que viven de manera diferente sus compañeras de reparto Patricia Conde (Valladolid, 1979) y Cristina Gallego (Cáceres, 1979), que interpretan a la ex de Segura y a su nueva pareja, respectivamente.
“Me cuesta mucho sentir presión con algo tan guay. Si me dices que soy neurocirujana, la sentiría, pero con algo así”, apunta Conde, pues son conscientes de que la película tiene “el éxito asegurado. Para muchas familias es un planazo ir en verano al cine, comerse unas palomitas y ver una película así, en la que todo el mundo se ríe”.
Dos animadores infantiles
En Vacaciones de verano Segura y Leo Harlem dan vida a dos amigos en paro que se ven obligados a aceptar un empleo como animadores infantiles en un hotel de lujo. Divorciados ambos, les toca hacerse cargo de sus hijos en el mismo periodo y deciden llevárselos camuflados.
Padres, indican, que son reflejo de una sociedad plural, que cambia constantemente. “Antes en la familia los veranos eran todos juntos y ahora se dan estas situaciones, hay que vivir con ello y nosotros tenemos que sacar un beneficio”, comenta divertido Harlem.
Conde y Gallego advierten que la relación entre ambas en la película está muy bien planteada, en un alarde de querer mantener una relación cordial a la americana, pero al mismo tiempo con un sentimiento muy español. Personajes que viven su encuentro desde “un sitio muy irónico y con mucho humor, de apariencias. Aunque –Conde se defiende entre sonrisas– soy una mala que tiene que caer bien. Una persona que no tiene filtro”.
Segura se muestra agradecido con la gente que sigue su trabajo, para los que siente la responsabilidad de hacerles reír y pasarlo bien. “Que les guste tanto que esperen la próxima película para ir al cine, es bonito”.
Con Harlem (Madrid, 1965) forma una pareja que funciona y que ha creado imagen de marca donde que todas las películas tienen puntos en común, “pero ofrecen cosas diferentes”. “Siempre me ha gustado el cine para toda la familia”, advierte Segura, que apunta que su objetivo y “un reto, sobre todo” es llegar a todos los públicos. “Con el humor tienes que probar mucho, pero mi idea es que los niños disfruten y los padres también. Sigo conservando el niño que llevo dentro y eso me ayuda”.
La importancia del humor
Harlem, monologuista en programas como El club de la comedia, apunta que el humor se ha convertido “en un deporte de riesgo sobre todo por la repercusión que tiene en las redes sociales. Está fiscalizado a unos niveles que no pasa con el drama. La gente se escandaliza por un chiste más o menos afortunado y luego aparecen menores drogándose o haciendo el bestia y nadie dice nada”.
Vacaciones de verano llega a los cines este jueves y ha incorporado entre los actores protagonistas a veinte niños, entre ellos Sirena Segura, Javier García y Hugo Simón, Rodrigo Giabja y Nicolás Rodicio. “Muchos son repetidores. Hay una confianza especial”, señala Segura. – Efe