Un smartwatch o reloj inteligente es un dispositivo que se se sincroniza con el móvil y que da cierta información, como el ritmo cardíaco, la distancia que has caminado hoy o cuántas horas has dormido. Reloj, escuchar música, podómetro, ver interacciones sociales, temporizador, control de salud, alarma, control de peso...
Un dispositivo que permite mejorar la productividad con un reloj que se puede llamar o un smartwatch con el que se pueden contestar WhatsApp y llamadas. Además, tal y como se ha podido ver, gracias a sus funciones relacionadas con la salud se pueden controlar que todas las métricas sean normales, como el peso, el sueño y las calorías quemadas.
Eso sí, parece que al smartwatch le ha salido un duro competidor. Se trata del anillo inteligente, un wearable diseñado para ser usado las 24 horas, incluso durante la noche.
¿Cómo funciona el anillo inteligente?
El anillo inteligente es, tal y como así lo describen desde la Organización de Consumidores y Usuarios, un pequeño dispositivo equipado con sensores que registran principalmente parámetros de salud y de actividad física, como la frecuencia cardíaca, la calidad del sueño, los niveles de oxígeno en la sangre, los pasos o la distancia recorrida.
Según explican los especialistas de la OCU, la diferencia con los smartwatches o las pulseras de actividad es al no tener botones ni pantallas, no muestran notificaciones y no ejercen ningún tipo de control sobre el teléfono, no es posible por ejemplo aceptar o rechazar llamadas, al menos de momento. No hay forma de interactuar con ellos activamente sino solo pasivamente, permitiendo que los sensores del anillo registren nuestros parámetros vitales, y luego ver en el smartphone todos los datos registrados en la app.
Aunque las funciones de los relojes inteligentes pueden variar de un modelo a otro, lo cierto es que son prácticamente las mismas que las de las pulseras de fitness. Monitorizan el sueño, la actividad física, frecuencia cardiaca, nivel de oxígeno en la sangre, detección del estrés y ciclo menstrual. Eso sí, desde la OCU hacen hincapié en que no son instrumentos médico, son solo herramientas que pueden animar a quien hace uso de ellas a ser más activos o a cuidar la salud.
Antes de comprar un anillo es muy importante elegir bien la talla. El anillo inteligente no debe moverse ni girar alrededor del dedo, pero al mismo tiempo no debe quedar demasiado apretado. Además, hay que tener en cuenta que los sensores deben estar en contacto lo más posible con el dedo, preferiblemente el índice. Pero, ¿qué es mejor, anillo o reloj inteligente?
¿Qué es mejor, anillo o reloj inteligente?
Según explican los especialistas de la Organización de Consumidores y Usuarios, los anillos inteligentes ofrecen la posibilidad de monitorizar la salud todo el día (y la noche) de una manera discreta y cómoda. No obstante, la funcionalidad es más limitada si se compara con los smartwatches.
Entre los aspectos positivos de los anillos inteligentes destacan: pequeño tamaño, discreción, se lleva las 24 h, molesta menos para dormir y batería duradera. Por contra, las funcionalidades son limitadas, no tiene ni pantalla ni botones, solo registra datos, no se puede interactuar, hay pocos modelos disponibles y los que hay son caros.
El smartwatch, por su parte, tiene una amplia variedad de marcas, modelos y precios, más funcionalidades "smart", datos más precisos y es posible controlar e interactuar. Como puntos negativos, es poco discreto, por su tamaño, y puede resultar molesto durante el sueño.