Mario, el fontanero de gorra roja que recorre plataformas en horizontal golpeando ladrillos con la cabeza, cogiendo setas y estrellas, saltando encima de tortugas y rescatando princesas no necesita mucha presentación. Quizá se trate del personaje más icónico de la industria del videojuego y el emblema de Nintendo, y en este 2023 cumple 40 años desde su aparición por primera vez con el nombre y la profesión que hoy mantiene. Fue en 1983, con el lanzamiento del videojuego ‘Mario Bros’, aunque dos años antes ya se había dejado ver el pequeño muñequito entonces bastante pixelado.

Tras intentar sin éxito hacerse con la licencia de Popeye, Nintendo apostó por crear personajes nuevos y lanzó en 1981 el juego de arcade ‘Donkey Kong’, en el que apareció Mario como personaje secundario, pero ni se llamaba Mario ni era fontanero: era Jumpman (el hombre que salta) y su profesión era carpintero. Debía rescatar a una princesa, Pauline, que había sido secuestrada por el mono gigante, Donkey Kong, y para ello tenía que sortear numerosos obstáculos que se encontraba en su camino.

¿Cómo surgió el personaje que se convertiría en el acompañante de aventuras de niños y mayores de unas cuantas generaciones? De la manera más tonta. Su creador, el japonés Shigeru Miyamoto, reconoció que en sus viajes en tren le gustaba mirar por la ventana y que se imaginaba entre el paisaje, recorriéndolo a la velocidad de los vagones y saltando para sortear obstáculos y recoger objetos. Más o menos lo que haría años después su creación.

Cambio de nombre y juego propio

El juego tuvo bastante éxito en Estados Unidos y en Japón y decidieron crear otro para las máquinas recreativas con Jumpman como protagonista, como si se tratara de un spin-off. Le cambiaron el nombre por Mario (por su parecido físico con el propietario de las oficinas de Nintendo, que se llamaba así) y pasó a ser un fontanero italoestadounidense que trataba de combatir las plagas que llegaban por las tuberías de Nueva York. El videojuego se llamó ‘Mario Bros’ y ese ‘apellido’ era la forma acortada de decir ‘Brothers’ (hermanos), porque también apareció su hermano, Luigi, un poco más alto que él y vestido de verde. Era elegible en las opciones de dos jugadores y sus habilidades eran similares.

Pero fue el 13 de septiembre de 1985 cuando el simpático fontanero saltó al estrellato absoluto con el juego que supuso una auténtica revolución y con el que llegó a muchísimas casas su primera consola de videojuegos: la Nintendo Entertainment System (NES) y el Super Mario Bros. Se trataba de una evolución del ‘Mario Bros’, pero con mejores gráficos y jugabilidad, más personajes y ocho mundos llenos de plataformas en los que Mario y Luigi luchaban de nuevo por liberar a la princesa Peach. Para ello tenían que sortear innumerables peligros y enemigos, principalmente plantas carnívoras y tortugas, comandadas por Bowser, una enorme tortuga más grande que un ser humano que invade el Reino Champiñón para apoderarse de él secuestrando a su princesa, que pide ayuda desesperada a Mario.

Mario, en una imagen reciente. Nintendo

Mario y Luigi contaban con una serie de superpoderes: al coger un champiñón rojo aumentaban de tamaño (de ahí el nombre de Super Mario); cuando lograban una flor pasaban a poder lanzar bolas de fuego; y al tocar una estrella tenían inmunidad ante los ataques durante los segundos que duraba ese poder. Además, cada cien monedas que recolectaban sumaban una vida más, al igual que si encontraban un champiñón verde. Todo ello recorriendo la pantalla de izquierda a derecha, con un límite de tiempo y con unas sintonías de fondo que se hicieron muy populares.

40 millones de copias de un único videojuego

Eso sí, el juego sólo llegó en 1985 a Japón y a Norteamérica, y hubo que esperar hasta mayo de 1987 para que se lanzara en Europa y en Australia, donde también cosechó un enorme éxito, solo comparable al logrado por ‘Tetris’ y ‘Pokemon’. Se calcula que se han vendido en todo el mundo más de 40 millones de copias de ‘Super Mario Bros’, casi 30 de ellas en Estados Unidos y cerca de 7 en Japón. Es el sexto juego más vendido de toda la historia y el segundo de Nintendo, tras ‘Wii Sports’.

Todo ello considerando sólo el juego ‘Super Mario Bros’, porque después de él han llegado muchísimos otros títulos protagonizados por Mario, Luigi y el resto de la tropa. ‘Super Mario Bros 2’ fue un experimento extraño, muy diferente en gráficos y jugabilidad al resto, ya que se aprovechó un prototipo descartado al que se añadieron los personajes de ‘Mario Bros’ (arrancaban verduras del suelo) pero ‘Super Mario Bros 3’ fue una vuelta a los orígenes pero con grandes avances en imagen y en opciones de juego, con infinidad de personajes nuevos y trucos escondidos que hacían las delicias de los jugadores, que no se cansaban de repetir pantallas con la esperanza de encontrar algo nuevo en algún rincón, ya fuera volando, bajando por las tuberías a lugares subterráneos o consiguiendo unas flautas que permitían saltarse mundos sin jugarlos.

Estos tres títulos se publicaron para la NES, pero con la evolución de Nintendo y de sus consolas Super Mario siempre ha seguido estando presente: en la Super Nintendo, en la Game Boy, en la Nintendo 64, en la Game Cube, en la Nintendo DS, en la Wii, en la Switch e incluso en los teléfonos móviles. Además, aprovechando los personajes y los gráficos se han desarrollado infinidad de juegos paralelos, entre los cuales quizá el más exitoso ha sido ‘Super Mario Kart’, un videojuego de carreras.

De muñeco pixelado a película de animación

Perfeccionamiento La evolución de Mario como personaje ha ido a la par del tremendo crecimiento de la industria del videojuego e incluso más allá, traspasando las pantallas de la videoconsola para saltar a la gran pantalla. A principios de los años 80, cuando surgió, la tecnología era mucho más precaria que en la actualidad y los diseñadores no lograron animar todos los movimientos de Mario a la perfección, lo que provocaba fallos, como que en algunas imágenes no apareciera alguna extremidad. Para solucionar estos errores lo que hicieron fue añadir elementos al personaje, como guantes, gorra, camiseta por dentro de su característico peto y bigote, todo en colores sólidos, que se convirtieron en sus señas de identidad.


A partir de ahí la notable mejora de la calidad los gráficos redundó en una modernización y actualización progresiva de Super Mario, que adoptaba movimientos más reales y variados y detalles más visibles, pero siempre manteniendo su aspecto absolutamente reconocible, que llevó a que en Estados Unidos se convirtiera un personaje más popular entre los niños y jóvenes que el eterno Mickey Mouse.


El éxito del videojuego llevó a que se generara una ingente cantidad de merchandising con los personajes y elementos más reconocibles e incluso en 1993 dio el salto a la gran pantalla con la película ‘Super Mario Bros’. En ella actuaban Bob Hoskins (Mario), John Leguizamo (Luigi), Dennis Hopper (Bowser) y Samantha Mathis (Princesa). La cinta, la primera basada en un videojuego, recibió enormes críticas por su argumento incoherente y sus pocas similitudes con la aventura gráfica y resultó un fracaso en taquilla, con un saldo negativo de casi 40 millones de euros.


Tras ese revés, Nintendo se mostró reacia a conceder nuevas licencias para otra película, pero finalmente lo hizo y este 2023, 30 años después de la primera y 40 del lanzamiento del juego, se ha estrenado ‘Super Mario Bros: la película’, en este caso como cinta animada, y la respuesta de público y crítica ha sido totalmente opuesta. Producida por Illumination en asociación con Nintendo y distribuida por Universal, se ha convertido en sólo dos meses en salas en la segunda cinta de su género más taquillera de la historia, únicamente por detrás de ‘Frozen 2’, y ha entrado en el top 20 de las películas más exitosas de todos los tiempos.