Muchos usuarios veteranos del teléfonos móviles recuerda con cariño los teléfonos de la marca finlandesa Nokia. Compactos, duros, resistentes, con baterías de larga duración, sencillos de usar y eficaces en su labor: hablar por teléfono, enviar y recibir mensajes y con la posibilidad de jugar al mítico Snake. Entre todos los modelos de esta casa el 3310 es tan mítica que hasta se ha tratado de rescatar, aunque sin demasiado éxito. Las nuevas generaciones de usuarios tienen otras prioridades con respecto a los smartphones.

Pero si por algo destaca el Nokia 3310 es por su capacidad de sorprender y sobrevivir. Desde Estados Unidos llega un aviso. Se emplean dispositivos de esta marca y modelo para abrir y arrancar coches de todo tipo. Además basta un cable de USB para hacerlo. Conectando este cable al coche se puede abrir la puerta o arrancar el motor.

Un vídeo publicado en YouTube por Mother Board y la web Vice se puede ver cómo una persona al volante de un Toyota Rav4 trata de arrancarlo sin tener la llave. No puede. A continuación saca un teléfono Nokia, lo conecta a un cable USB y tras seleccionar algunas opciones que aparecen en la primitiva pantalla, vuelve a intentarlo y el motor se pone en marcha. Entre 15 y 20 segundos le han bastado para poder llevarse ese coche.

Y por lo que ha explicado algunos cuerpos policiales de Estados Unidos, no solo es un agujero en la seguridad de Toyota, también afecta a la otras marcas como Lexus, Land Cruiser y la mayoría de los que cuentan con arranque de botón y una llave de proximidad.

El truco

A pesar del asombro que causan estas imágenes, surge alguna duda al respecto y la primera es que el Nokia 3310 lleve una conexión USB en su base. Además, si hasta ahora no se le ha podido instalar un sistema Android, ¿cómo es capaz de conectarse a la central del coche.

La respuesta es sencilla, dentro de ese Nokia no hay un Nokia, lo que se ha instalado es un sistema de crackeo, un sistema que hace de puente y se salta la seguridad del coche haciéndole creer que es la llave del coche. Los malos han creado el puente 2.0 que sustituye al puente con cables de toda la vida.

Así que los Nokia como el del vídeo sólo son un disfraz, el más popular, para esconder el mecanismo tramposo. Y no solo se usan carcasas de móviles, también altavoces y auriculares por bluetooth pueden ocultar una doble intención.

Por lo que asegura la policía americana, este sistema de robo cada vez es más frecuente. No hace falta ser un manitas para hacerse con uno de estos aparatos, se venden por internet y sus precios oscilan entre los 2.500 y los 18.000 euros. A falta de más datos, la diferencia de precios puede estar en el rango de marcas que pueda crackear.

Y ante estos revientacoches 2.0, según los expertos en seguridad, poco se puede hacer hasta que los fabricantes vayan corrigiendo y mejorando los sistemas. Por ello ya se han escuchado voces que sugieren que para combatirlo se vuelva a los sistemas analógicos de protección, los antirrobos físicos como las barras de bloqueo de la dirección, por ejemplo. Una cerradura física da demasiado trabajo y tiempo para quien busca una acción limpia de menos de medio minuto.