Sídney. El letrado Paul Davison relataba al Alto Tribunal de Auckland cómo agentes armados asaltaron la residencia de su cliente en esa ciudad, mientras helicópteros sobrevolaban la propiedad, detuvieron a su mujer e hijos y registraron toda la casa, cuando Dotcom no pudo contener las lágrimas y pidió salir de la sala, de acuerdo con el medio neozelandés "Stuff".
La vista se suspendió durante media hora y luego se retomó el asunto abordado por la defensa: la incautación de los aparatos electrónicos de Dotcom y la negativa de la policía a devolver los discos duros o al menos copias de su contenido.
Davison insistió en que la orden judicial para registrar la casa y confiscar los bienes de su cliente era ilegal por ser demasiado "imprecisa", argumento que la fiscalía rebatió.
Según la defensa, el operativo de enero decomisó 135 dispositivos electrónicos, muchos de ellos irrelevantes al caso y que solo contienen archivos personales como vídeos familiares.
Los ordenadores del fundador de Megaupload y los demás materiales electrónicos están en Estados Unidos, en posesión de investigadores del FBI.
El informático alemán, de 38 años, se ha mostrado dispuesto a revelar las contraseñas de acceso a sus archivos siempre que el procedimiento sea supervisado judicialmente, que se le entreguen copias de los datos y que se garantice la protección legal de la información privilegiada y personal.
Dotcom se encuentra en libertad condicional en Nueva Zelanda a la espera de que comience en agosto su juicio de extradición a Estados Unidos, país que quiere juzgar a siete ejecutivos de Megaupload por diversos delitos de piratería informática, crimen organizado y blanqueo de dinero.
Megaupload está acusado en EEUU de daños a la propiedad intelectual por valor de 500 millones de dólares (390 millones de euros) y de haber recaudado de manera ilícita más de 175 millones de dólares (137 millones de euros).
Nueva Zelanda detuvo el 20 de enero pasado, además de a Dotcom, al alemán Mathias Ortmann, cofundador de Megaupload, el también alemán Fin Batato, responsable técnico; y el holandés Bram van der Kolk, jefe de programación.
Al mismo tiempo que se llevaba a cabo la operación policial en Nueva Zelanda, ser practicaban detenciones en Europa y se cerraba Megaupload en Estados Unidos.