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El emotivo cartel que ha aparecido junto a unos contenedores en Barcelona

Un hombre rememora cómo en ese lugar le comunicaron una noticia muy importante sobre su cáncer

El emotivo cartel que ha aparecido junto a unos contenedores en BarcelonaX (@LiosdeVecinos)

Cuando nos encontramos un cartel o una nota puesta en algún lugar público solemos pensar que va a estar relacionada con alguna desgracia: la desaparición de un animal doméstico, el robo de un objeto de valor económico o sentimental, una queja por un comportamiento incívico, por un golpe en el coche o por cualquier otro motivo o, en el mejor de los casos, unas tiras de papel con el teléfono de una persona que se ofrece a trabajar de lo que sea.

Junto a unos contenedores

Pero también hay personas que dejan carteles por motivos agradables, como el que ha aparecido en una calle de Barcelona y que está gustando mucho en las redes sociales tras ser compartido en X por la popular cuenta Líos de Vecinos, que publica, como ellos mismos dicen, “líos, broncas y curiosidades de comunidades de vecinos”. En este caso no se trata de nada que haya sucedido entre los habitantes de un edificio, sino de algo que se puede ver atado a un árbol junto a unos contenedores de basura.

Se trata de la reflexión de un hombre (se identifica su género porque habla en masculino), del que se desconocen todos los datos, pero que vivió un momento muy especial en ese lugar exacto cuando su vida se tambaleaba. Y por ello ha querido compartir la alegría que le supone pasar cada día por un sitio tan a priori poco atractivo como unos contenedores. “Cosas bonitas que se ven por Barcelona...”, ha titulado el post la cuentaLíos de Vecinos.

Historia de un cáncer

Y el cartel, plastificado y sujeto con unas bridas al árbol, dice lo siguiente: “El 27 de enero de 2023, justo aquí, recibí la llamada de mi médico, a 5 horas de ingresar para un tratamiento oncológico experimental porque ya no tenía más opciones. Tenía que darme el resultado de un PET”, comienza a relatar el hombre, rememorando una situación bastante angustiosa que vivió hace más de dos años.

Y entonces desvela el motivo de haber colocado ese cartel en ese lugar. “Aquí, al lado de los contenedores, mientras mi mejor amiga se pedía un café, mi médico me dijo que estaba limpio, que no tenía nada que curar, que ya no tenía cáncer. Caso excepcional lo llamó. Yo llevaba 5 años intentando encontrar la coherencia en mí y lo conseguí. Menudo regalo. Creo que es digno de compartir, cuando paseo por aquí cada día me acuerdo de este momento”, termina el mensaje.