Un fin de semana de turismo rural ha llevado a una familia de Vitoria a conocer en julio algunos pueblos de Soria y Segovia.

Pequeños pueblos muy pintorescos y con muy pocos habitantes que esconden una gran riqueza arquitectónica por descubrir.

Tras una ruta de varios kilómetros, esta familia de Vitoria se tomó un descanso el viernes al mediodía al llegar a Ayllón, una villa medieval de Segovia que les dejó maravillados.

Después de pasear por sus calles, llegaron a la plaza de este pueblo y decidieron sentarse en la terraza de uno de los bares.

Sin dudarlo, además de pedir las bebidas, tenían claro lo que querían probar: los famosos torreznos.

Esta auténtica joya de la gastronomía soriana se compone de lo siguiente: crujiente y dorada corteza por un lado y tierno magro y tocino por otro.

Los disfrutaron, y mucho. Sin embargo, la sorpresa llegó a la hora de pagar cuando vieron que una ración de torreznos les costó 13 euros.

Aunque lo consideraron "desorbitado", esta familia del barrio de Salburua reconoce que al día siguiente repitieron en el mismo sitio por la "excelente calidad de los torreznos, de los mejores que habían probado".

Cómo cocinar los torreznos perfectos

Tal y como explican expertos gastronómicos, el primer paso sería cortar la panceta en lonchas o tiras de 1,5 o 2 centímetros de espesor.

A continuación, hay que conseguir una sartén lo más grande posible para que podamos cocinar todos los trozos de cerdo al mismo tiempo.

Cuando el aceite esté caliente, se colocan los trozos de panceta en la sartén con la piel hacia abajo.

Y se dejan freír a fuego lento unos 20 o 25 minutos.

Cuando aparezcan las burbujitas características en la piel, se fríen a fuego vivo hasta que queden dorados.

Lo ideal sería ir moviéndolos con frecuencia durante otros 20 minutos para que se cocinen por todas partes.

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