En Finlandia no se habla de otra cosa en las últimas horas. La polémica ha estallado en el habitualmente tranquilo país escandinavo al difundirse un vídeo de su primera ministra, Sanna Marin, cantando, bebiendo y bailando alocadamente junto a diversas celebrities y alguna compañera de partido en una fiesta privada.

Las imágenes las ha publicado el periódico sensacionalista Iltalehti, que afirma que entre sus acompañantes están una influencer, una youtuber, una cantante, un rapero, una presentadora de televisión, una locutora de radio, una estilista y una compañera suya en el Partido Socialdemócrata.

Tal ha sido el revuelo que el vídeo ha generado que la propia Marin se ha visto obligada a dar explicaciones, negando en primer lugar haber consumido drogas (se escucha a alguien al fondo hablar de cocaína) y pidiendo a su vez respeto a sus “espacios privados”, asegurando que “son imágenes privadas que no estaban destinadas a hacerse públicas”.

“No tengo nada que ocultar y no hice nada ilegal”, ha añadido la primera ministra, que sí reconoce haber bebido alcohol y que espera que la gente entienda que en su tiempo libre puede hacer lo que quiera. “Vivimos en una democracia”.

"Por supuesto que no voy a comentar dónde se grabaron estos vídeos ni quién los grabó, porque son espacios privados”, ha afirmado la primera ministra, que no ha querido especular con el origen de la filtración. Eso sí, ya se habla de que podrían haber sido hackers rusos, habida cuenta de la firme posición de Marin en contra de Rusia en la invasión de Ucrania y de los pasos que ha dado junto a su homóloga sueca para su entrada en la OTAN.

A sus 36 años, Marin lleva en el cargo desde 2019, cuando se convirtió en la mandataria más joven del mundo tras una carrera meteórica que la llevó a ser la alcaldesa de su ciudad, Tanpere, con sólo 28 años.