Por todos es conocido el peculiar estilo de vida del centrocampista del Atlético de Madrid, Marcos Llorente. En estos últimos días, se han hecho muy virales unas declaraciones suyas en el programa radiofónico `El Partidazo de la Cope´. En ellas, deja entrever su pensamiento sobre las estelas que sueltan los aviones. "No digo que nos estén echando mierda, pero yo antes no veía esos cielos. No los he visto así en mi vida. Normal, para mí, no es. Ojalá alguien salga a explicar qué es", declaró. Unas declaraciones que alimentan el rumor de las chemtrails.
¿En qué consiste esta teoría?
Esta palabra traducida al español sería `estelas químicas´. Lo que esta idea cuenta es que las estelas que dejan los aviones en el cielo no son solo vapor de agua, sino que contienen productos químicos o biológicos que los gobiernos u otras organizaciones estarían liberando a propósito para diferentes fines. Entre ellos, controlar el clima, modificar el comportamiento humano, provocar enfermedades o reducir la población.
El inicio de esta teoría se sitúa a finales de los años noventa en las emisiones de la cadena de radio estadounidense `Coast to Coast´. En un programa emitido por esa emisora en mayo de 1999, el periodista de investigación William Thomas afirmó lo siguiente: "La fumigación con aerosoles forma parte de un programa secreto de geoingeniería que tiene aplicaciones militares y forma parte de un plan de modificación del clima para evitar el calentamiento global, aunque deja un residuo tóxico en el medio ambiente".
Poco a poco se ha ido alimentando este rumor, hasta convertirse en una teoría conspiranoica popular.
Toda la verdad
Esta especulación se trata de una idea completamente falsa y absurda. Estas famosas estelas son simple y llanamente nubes de hielo formadas al paso de las aeronaves por condensación del vapor de agua. Se producen cuando la atmósfera está suficientemente fría y húmeda. Cuanto más alto es el vuelo, mayor es la posibilidad de que la zona esté suficientemente fría para que se produzca el fenómeno.
El futbolista afirma que cada vez se ven con más frecuencia y tiene una explicación. Es debido al aumento de la altura de los vuelos comerciales, a lo que hay que sumar el progresivo incremento del tráfico aéreo.
Si las condiciones de humedad son suficientes en el aire, las estelas pueden durar varias horas y ensancharse convertidas en cirros; un tipo de nube compuesta de cristales de hielo, más concretamente, en `antropocirros´, los cirros que tienen origen humano.
Lo que dice la ciencia
En cuanto a la supuesta composición química de las estelas, varias instituciones académicas estadounidenses sometieron en 2016 las denuncias sobre fumigaciones nocivas al criterio de los científicos. El resultado fue demoledor. 76 de los 77 químicos atmosféricos consultados concluyeron que no habían hallado ni una sola prueba que respaldase esas reclamaciones. El único que no respondió con un no rotundo se limitó a indicar que desconocía el motivo de los diferentes niveles de bario en sus experimentos.
La profesora de ingeniería Jenn Stroud Rossmann cuenta en un artículo de Scientific American que los óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de carbono que también expulsa el motor del avión, facilitan una superficie para esos cristales de condensación.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya explicó en su momento en la red social `X´ de qué se trataba esta cuestión.
Por tanto, estamos ante una suposición sin ningún tipo de base científica. No es la primera vez que este futbolista apoya teorías de esta índole, lo que constituye un verdadero peligro para la sociedad.