Si hay una molestia muy común en el día a día, ese es el mal olor en las axilas. Si bien tenemos opciones como desodorantes y otros productos, son suficientes para personas que acostumbran a sudar en exceso. Aun así, no está todo perdido, ya que hay alternativas naturales que pueden poner fin a este problema. 

Para entender mejor cómo se tiene que actuar en estas circunstancias, vamos a repasar algunas claves de qué papel desempeña el sudor en el cuerpo y cómo acabar con él. 

El sudor no huele

Aunque no lo parezca, el sudor no tiene olor como tal. El mal aroma se crea a causa de las bacterias en la piel: estas se descomponen y entran en contacto con el sudor que está en las glándulas que se encuentran en las axilas. 

Estos órganos se activan en situaciones de emociones intensas o estrés. Liberan un sudor más espeso que, al juntarse con las bacterias, da pie a ese olor tan desagradable. Asimismo, hay factores como la ropa y el vello corporal que tienen una gran influencia.

Alimentación y sudor

Del mismo modo, la nutrición tiene una importancia vital en el olor del cuerpo. Aquellos alimentos altos en azufre pueden hacer que el aroma se vuelva más intenso, así como aquellas comidas con gran nivel de aceites o grasas. 

Cabe mencionar que, cuando el cuerpo no es capaz de procesar detenidamente algunos componentes alimenticios, se liberan mediante el sudor y el mal olor parece. Por esa misma razón, una dieta equilibrada y sana puede hacer que el mal aroma vaya a menos. 

Mal olor en las axilas 

Para poner fin a este problema, vamos a repasar cómo poner fin al mal olor en las axilas

Un hombre se aplica desodorante en la axila. Freepik

  • Higiene y depilación

La eliminación del vello del cuerpo es fundamental. Además de facilitar la limpieza del cuerpo y la piel, impide que las bacterias aumenten, por lo que puede ser clave para poner fin al mal olor

  • Elección de ropa

La ropa compuesta de fibras naturales como el lino o el algodón airea la piel, disminuye la humedad y refresca las axilas. Todo lo contrario ocurre con los tejidos sintéticos, que acostumbran a retener el sudor y el calor, siendo cuna de bacterias. Y si lavamos la ropa adecuadamente, podremos evitar la concentración de bacterias y la humedad. 

  • Antitranspirantes

El antitranspirante es el perfecto sustituto al desodorante. A diferencia del desodorante clásico, actúa con efectividad en las glándulas sudoríparas, pero depende de cómo se aplique. Es aconsejable hacerlo por la noche, cuando el cuerpo suda menos.

  • Estrés y ansiedad: enemigos invisibles

Las situaciones de estrés y ansiedad hacen que el cuerpo libere un sudor más denso y mal olor. Es por eso que practicar métodos de relajación y respiración son grandes aliados para poner fin a este problema. 

Una solución personal y progresiva

Aunque estos consejos son muy útiles, ponerlos en marcha dependerá de cada tipo de cada cuerpo, estado de salud de cada persona, la alimentación, vestimenta y estado emocional. Si tenemos cuidado con estos factores, habremos dado un paso muy importante en el cuidado de las axilas.