Síguenos en redes sociales:

Cuidado con los pendientes y piercings: así debes cuidar tu piel si tienes alguno

Estos complementos tan frecuentes a día de hoy requieren una serie de cuidados para garantizar el buen estado de nuestra piel

Cuidado con los pendientes y piercings: así debes cuidar tu piel si tienes algunoPixabay

Son unos complementos muy usados hoy en día, pero también exigen cuidados para evitar infecciones y problemas en la piel. Hablamos, claro está, de los pendientes y piercings. Ya sea por estilo, estética o por simple preferencia, son muy vistos en la actualidad. Pero eso no quita que puedan presentar ciertos riesgos para nuestro bienestar

Por lo tanto, aplicando una rutina de higiene y siguiendo varios consejos, podremos lucir sin problemas este tipo de accesorios sin arriesgar la salud cutánea.

¿Qué son los piercings y los pendientes?

Como bien es sabido, los pendientes y/o los piercings son accesorios que se llevan utilizando desde la antigüedad. Su objetivo siempre ha sido servir como identidad personal y expresión cultural, si bien hoy día su misión es puramente estética. 

Un piercing se podría definir como una perforación en la piel o el cartílago donde se mete una joya. Esta puede colocarse en diferentes partes del cuerpo: nariz, orejas, cejas, lengua, labios y ombligo, siempre por profesionales y con técnicas seguras y saludables. 

Por otro lado, los pendientes son adornos que se colocan en las orejas, normalmente en el lóbulo, o también en el cartílago. Existen diferentes materiales y diseños, más discretos o llamativos, para todos los gustos.

En cualquier caso, exigen cuidados específicos para evitar infecciones y mantener la piel sana. Es por eso que escoger materiales adecuados y seguir una rutina de higiene ayuda a ahorrarnos complicaciones y disfrutar de manera segura.

Unos pendientes dorados.

Cómo cuidar la piel tras las perforaciones 

Tras explicar lo que son las perforaciones, vamos a analizar los pasos a seguir para cuidar la piel tras realizar una. 

La importancia de la higiene

El primer aspecto, como es de imaginar, es la higiene. Tanto los nuevos como los ya cicatrizados deben mantenerse siempre limpios para evitar infecciones. Y lavar las manos antes de manipular la zona perforada y aplicar jabones neutros limpia la piel con efectividad. 

Del mismo modo, di adiós al peróxido de hidrógeno o el alcohol, pues irritan y dañan la cicatriz.

Cuidados en la cicatrización del piercing

Al realizar una nueva perforación, la piel pasa por un proceso de cicatrización que puede alargarse semanas o incluso meses. Durante este tiempo, es importante no manipular el piercing con las manos sucias, esperar para cambiar la joyería y seguir las indicaciones del profesional.

Y si se puede, dormir sobre el lado opuesto al piercing para no sufrir presiones innecesarias, además de no tener irritación. 

Prevenir y tratar infecciones

Pese a los cuidados, hay personas que pueden experimentar infecciones en la zona perforada. Las señales más claras son enrojecimiento, hinchazón, mal olor y dolor persistente.

En caso de encontrar estos síntomas, se debe limpiar la zona con solución salina y no quitar el pendiente, puesto que cerrar la perforación con una infección activa agravaría  el problema. 

Materiales recomendados para piercings y pendientes

El tipo de material de la joyería influye mucho en la salud de la piel. Se recomienda apostar por materiales hipoalergénicos como titanio, acero quirúrgico u oro de 14 o más quilates. Por su parte, nada de cobre o níquel, pues pueden propagar reacciones alérgicas o dermatitis. 

Consejos para orejas sensibles

Las personas con piel sensible pueden ser más propensas a sufrir irritación al usar determinados tipos de pendientes. Para minimizar el riesgo, se recomienda utilizar pendientes fabricados con materiales hipoalergénicos.

Otros trucos son evitar aretes pesados que causan desgarros, desinfectar pendientes antes de emplearlos, limpiar los pendientes antes de su uso o hasta alternar el uso de pendientes para que las bacterias no se acumulen.

Cuidados a largo plazo

Una vez la perforación se haya cicatrizado, es importante seguir con buenos hábitos de higiene. Es decir, limpiar los pendientes de vez en cuando, no tocar la zona con manos sucias y no exponer el piercing a productos químicos agresivos. 

La importancia del cuidado 

Por lo tanto, cuidar la piel de los piercings y pendientes ayuda a evitar complicaciones y disfrutar de estos accesorios sin riesgos. Si seguimos una rutina de limpieza adecuada y apostamos por materiales de calidad, nos ahorraremos sustos que a largo plazo dañarían nuestra piel.