Japón se presenta como uno de los países del mundo más preocupados por la salud de sus habitantes. Su esperanza de vida es alta (un 10% de la población tiene más de 80 años) y su índice de obesidad es muy bajo (en torno al 4%) y ambos datos tienen que ver con la alimentación

Mientras en occidente nos fijamos más en las calorías que tiene un alimento, en el país del sol naciente centran su atención en los nutrientes que aporta. Por ello, a la hora de tratar de controlar el peso o de mantener un peso adecuado, los nipones apuestan por crear hábitos saludables a largo plazo en vez de pensar en una restricción calórica.

Pescado, algas, cereales, frutas y verduras son la base de la alimentación en Japón, pero su afán por una nutrición saludable va más allá y para ello siguen el método Shoku Iku cuya traducción es educación alimentaria.

¿En qué consiste el método Shoku Iku?

El objetivo de este método es enseñar a las personas, desde su infancia, a desarrollar hábitos alimenticios saludables y conscientes. Así, se trata de un enfoque que va más allá de simplemente elegir alimentos saludables, ya que también se centra en la relación con la comida, la conciencia del cuerpo y el impacto de la alimentación en la salud y en el bienestar a largo plazo

Además del beneficio que supone para el organismo promover una alimentación saludable, el gran logro de este método es la práctica de una alimentación consciente: aprender a reconocer el hambre y la saciedad, y consumir alimentos con propiedades nutricionales altas.

Preparar el menú semanal es una de las herramientas clave del Shoku Iku, ya que una planificación adecuada con comidas que incluyan siempre las tres proporciones de proteínas, hidratos y grasas permitrá disfrutar de una dieta más sana.

Una mujer va tachando en la lista de la compra los productos que mete al carro.

Bases del Shoku Iku

El método japonés Shoku Iku aboga por una alimentación equilibrada y variada, rica en nutrientes, que incluya alimentos frescos y de temporada, como frutas, verduras, granos, pescados y alimentos fermentados. Da prioridad a la calidad sobre la cantidad.

Otro punto importante es que este método fomenta una actitud consciente hacia la comida, valorando el esfuerzo que hay detrás de la producción de alimentos y el impacto que tienen en la salud. Parte de esta filosofía es apreciar los alimentos y comer con gratitud.

El Shoku Iku enseña además a las personas a escuchar las señales del cuerpo, como el hambre y la saciedad, para evitar comer en exceso y elegir alimentos que verdaderamente nutran el cuerpo; consiste en no quedar saciado o en no comer toda la comida que hay en el plato. Para evitar el desperdicio de alimentos, lo ideal es reducir las raciones o comer en platos más pequeños

Y hablando de la comida, el Shoku Iku promueve la preparación de alimentos en casa, utilizando técnicas culinarias tradicionales que mantienen los nutrientes de los ingredientes y evitan los alimentos ultraprocesados. Y en cuanto a su dimensión social y cultural, el método resalta la importancia de las comidas compartidas, el respeto por las tradiciones culinarias y la creación de un ambiente positivo a la hora de comer.

Involucra además una conciencia sobre el impacto ambiental de los alimentos que elegimos, fomentando el consumo responsable, el desperdicio mínimo de alimentos y el respeto por los recursos naturales.

Una mujer corta tomates cherry sobre una tabla de madera.

Beneficios del método Shoku Iku

El método japonés Shoku Iku promueve hábitos alimentarios saludables desde una edad temprana y entre sus bondades destaca la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la obesidad, la diabetes y problemas cardíacos.

Ayuda a desarrollar una relación positiva con la comida, enfocada en el disfrute y el bienestar y fomenta la autonomía en la toma de decisiones alimenticias, al enseñar a las personas a elegir alimentos nutritivos.

En Japón, el Shoku Iku está integrado en el sistema educativo y se considera una parte fundamental de la formación de los niños, pero sus principios pueden aplicarse en cualquier cultura para mejorar la relación entre la comida y la salud. Una buena opción para perder algún que otro kilo y mantenerse en un peso saludable a largo plazo.