Hace frío lejos del Buesa Arena. La racha de cuatro victorias seguidas del Baskonia llegó a su fin en su visita al Hiopos Lleida, donde se vio sorprendido por una defensa en zona que los alaveses fueron incapaces de descifrar durante 25 minutos en los que el conjunto catalán amasó una renta de 62-33 que fue suficiente para amarrar el triunfo pese al acelerón de los vitorianos al final, cuando rozaron una épica remontada.

Aunque Paolo Galbiati alineó el mismo quinteto inicial que en las cuatro victorias anteriores formado por Simmons, Villar, Diallo, Sedekerskis y Diop, el resultado no fue el mismo. La superioridad física de Diallo, autor de ocho de los únicos 11 puntos del Baskonia en el primer cuarto, mantuvo la igualdad hasta el 5-5, pero a partir de ahí el Lleida logró que los alaveses cortocircuitaran por completo.

Con una defensa en zona que los de Galbiati, con nula amenaza desde el perímetro, no fueron capaces de superar, los locales frenaron en seco la ofensiva azulgrana y fueron poniendo tierra de por medio a base de transiciones verticales tras rebote defensivo y acierto exterior.

Con mayor energía y criterio que un Baskonia sin ideas primero ante la zona y después ante la defensa de caja y uno centrada en Luwawu-Cabarrot durante sus minutos en cancha, el Lleida encadenó un parcial de 22-2 con los puntos repartidos entre Sanz, Ejim y Batemon con el que colocó un sangrante 27-7 en el marcador, que fue un 28-11 al cierre del primer cuarto en el que, además de Diallo, sólo anotaron dos puntos Kurucs y uno Villar.

En la reanudación, Simmons intentó romper la zona local con cuatro triples, pero el Lleida logró encontrar con demasiada facilidad a Krutwig en la pintura y evitar así que el Baskonia, menos cuidadoso con el balón que los locales, recortara diferencias.

También apareció Luwawu-Cabarrot, muy bien contenido hasta entonces, hacia el final del segundo cuarto, pero el Lleida, espoleado por sus aficionados, siguió jugando más liberado en ataque, mantuvo la defensa en zona que tan bien ejecutó y también se impuso en el parcial del segundo cuarto gracias a unas meritorias acciones individuales de Agada y Ejim para cerrar la primera parte con un 49-28 muy difícil de remontar.

Despertar tardío

El primer objetivo baskonista en la reanudación, más allá de una victoria que se veía ya muy lejana, era limitar daños de cara al basket average, tan importante para estar presente en la Copa del Rey, algo que no consiguió al inicio del primer cuarto, ya que la diferencia siguió creciendo. Una mala defensa de Diop, desdibujado al igual que el resto de interiores azulgranas, fue indicativa de que nada había cambiado tras la charla de Galbiati. 

El Lleida, lógicamente, mantuvo su defensa en zona frente a la que el Baskonia no encontró soluciones, con Simmons como único jugador con acierto desde el perímetro. El Lleida estuvo cerca de duplicar la anotación azulgrana con el 62-33, momento en el que se relajó, cometió algún error y el Baskonia tuvo por primera vez la oportunidad de correr la cancha y encontrar espacios en transición. Sedekerskis se sumó a la tabla de anotadores y, junto a dos triples de Villar y Diakite, encadenó un parcial de 4-14 para cerrar el tercer cuarto con el 66-47.

Al comienzo de los diez minutos decisivos, aunque las esperanzas de remontada eran escasas, el Baskonia aprovechó el impulso del final del tercer cuarto para seguir recortando diferencias. Nowell, anotando desde fuera y repartiendo grandes asistencias a sus compañeros, reactivó el ataque en estático de los alaveses y llegó a reducir las diferencias hasta los diez puntos con el 70-60 a falta de aún siete minutos por disputarse.

Respondieron Batemon y Ejim para dar algo de aire al Lleida (75-60), pero el Baskonia siguió apretando con sus tres bases compartiendo minutos. De hecho, pudieron colocarse a seis puntos a tres minutos y medio del final, pero con 76-68 Simmons erró una bandeja cómoda a pase de Nowell. Intentó arreglarlo luego con un triple, pero el tiempo se fue agotando. Tampoco entró un tiro libre posterior de Luwawu-Cabarrot y otra bandeja a aro pasado de Simmons, lo que provocó que lo máximo que lograron acercarse los vitorianos fue el 84-80 tras un triple del francés, pero los cuatro segundos que quedaban fueron insuficientes para completar la remontada.