Galbiati vuelve a señalar a Nowell en el timón

La sombra de Trent Forrest es cada vez más alargada en un Baskonia que este domingo volvió a dar la de arena y, por momentos, naufragó con estrépito en Murcia. Tuvo que verse casi 20 puntos abajo (63-45) en el tercer cuarto para sacar algo de vergüenza torera un visitante sin pujanza en la zona –agudizada con la marcha de Luka Samanic– y con serios problemas para tejer el juego en el timón pese al refuerzo del temporero Kobi Simmons.

La escuadra azulgrana se vio desbordada por la energía, el músculo y la electricidad del Murcia, liderado por un base con experiencia en la Euroliga como DeJulius que se sintió como pez en el agua a la hora de romper una y otra vez la cintura de sus pares.

Entre él y su recambio Michael Forrest consiguieron la friolera de 36 puntos y 6 asistencias. El ex del Maccabi fue el amo y señor de una matinal en la que quedó corroborada la inestabilidad de la dirección azulgrana ante la lesión muscular de su buque insignia en aquella amarga noche de Lyon.

Simmons maquilló sus números en la recta final del duelo alcanzando los 17 puntos y anotando canastas de mérito, pero el crédito de Nowell empieza a estar bajo mínimos. Y todo ello en un momento de la temporada donde el mal estado del equipo puede motivar que rueden las primeras cabezas.

Galbiati prescindió de él al inicio del tercer cuarto tras errar un triple e incurrir en una pérdida. Desde ese instante, el pequeño base de Harlem quedó atornillado al banquillo y ya no hizo acto de presencia en el Palacio de los Deportes. Desde luego, muy sintomático de que el transalpino no está contento con su labor.

Un dilema a futuro

Tras su brillante carta de presentación en la Euskal Kopa, Nowell continúa perdiendo protagonismo a pasos agigantados. En la reciente visita continental del Partizan, Galbiati ya le retiró la confianza en los compases finales dando las llaves del equipo a Diallo en una apuesta que salió rana. Y en tierras levantinas su técnico volvió a señalarle con claridad con el dedo.

El dilema que se le abre al Baskonia cuando se recupere Forrest ya es evidente. Con muy pocos entrenamientos en Vitoria, Simmons se ha convertido en el base de mayor confianza de Galbiati, quien también recurre al joven Villar con cuentagotas consciente de que el catalán necesita más horas de vuelo para poder codearse a este nivel.

A los conocidos problemas de Nowell en defensa debido a su escaso tamaño, algo que los rivales aprovechan de forma descarada, se le añaden sus dudas a la hora de aportar clarividencia.

Frente al Murcia, tan solo hubo que rescatar de su juego un par de valientes entradas en el arranque del encuentro ya que su casillero de asistencias quedó inédito. Y ese es un absoluto drama para un Baskonia que en Murcia adoleció de acierto exterior y volvió a ser un coladero defensivo consintiendo toda clase de licencias al anfitrión.