Los bases constituyen un tesoro cada vez más preciado en el baloncesto continental y así lo entienden todos los participantes de la Euroliga, casi siempre empeñados en renovar su dirección de juego dentro de un contexto de máxima complejidad debido a la elevada demanda y la escasa oferta de jugadores.

Varios clubes ya han movido ficha desde el comienzo del mercado estival, mientras que otros aguardan pacientemente su turno sabiendo que no hay mucho donde elegir y los contados mirlos blancos se cotizan a un precio muy elevado.

De momento, ya hay ocho equipos en la Euroliga 2025-26 que estrenarán base, aunque todo hace indicar que a dicha lista se sumarán otros como, por ejemplo, un Baskonia interesado en Matteo Spagnolo (Alba Berlín).

En el caso del cotizado Trent Forrest, no es segura su continuidad en Vitoria aun teniendo contrato en vigor hasta junio de 2026, mientras que Ognjen Jaramaz sí hará las maletas con total seguridad tras finalizar su vínculo y haber sido una pieza residual a las órdenes de Pablo Laso.

El Panathinaikos es quien más ha movido el árbol en este sentido con la multimillonaria apuesta por el menudo TJ Shorts (Paris Basketball) y otra menos mediática como Vassilis Toliopoulos ante la necesidad de contar con cupos griegos.

Otro golpe de efecto ha sido propinado por el Real Madrid y el Zalgiris con Theo Maledon y Nigel Williams-Goss. En El Pireo, por su parte, ha desembarcado, procedente del AEK y previo pago de 150.000 euros, el base de 22 años Omiros Netzipoglou. Quien ha emigrado del conjunto de Bartzokas es Luca Vildoza con destino a la Virtus de Dusko Ivanovic.

Claro que hay otras operaciones prácticamente cerradas y a la espera de adquirir el rango de oficiales. Por ejemplo, la llegada de Nick Weiler-Babb al Anadolu Efes para conformar una tripleta de lujo junto a Shane Larkin y PJ Dozier.

Tras un curso para olvidar en el OAKA, Lorenzo Brown se encuentra en boca de todo el mundo en los últimos días. Pues bien, finalmente todo hace indicar que recalará en el Armani Milan de Ettore Messina después de que el Barcelona no pudiera atender sus demandas a nivel económico.

El club catalán, lastrado por una economía de guerra, ha optado por una operación más modesta como la opción de repatriar a Juani Marcos procedente del Girona. Formado en las categorías inferiores blaugranas, el base argentino se desvinculó del Barça la temporada pasada, por lo que habrá vivido fuera de la órbita culé tan solo un año.

Los exbaskonistas Darius Thompson y Mike James pueden salir en breve al mercado cuando rescindan su vínculo con el Anadolu Efes y el Mónaco, respectivamente; Micic puede verse obligado a seguir en la NBA

Eso sí, el árbol todavía puede moverse con fuerza porque varios directores de juego de indudable prestigio pueden salir en breve al mercado. Dos de ellos son viejos conocidos del Buesa Arena como Darius Thompson y Mike James, que eso sí han dejado un recuerdo muy desigual.

El primero se encuentra en la rampa de salida del Efes tras dos temporadas en las que su rendimiento distó mucho de su espectacular aportación en el Baskonia, mientras que el segundo tampoco entra en los planes del Mónaco tras ser apartado en la recta final del pasado ejercicio por un acto de indisciplina.

Micic, la gran incógnita

Vasilije Micic, de 31 años, apuntaba a salir de la NBA y el propio base serbio quería volver este verano a Europa, pero los planes de draft de los Suns se han interpuesto en el deseo de un timonel que habría convertido a su nuevo club en un aspirante al título.

Phoenix ejecutó esta pasada semana su opción de franquicia con Micic, renovándole días antes de que expirara su contrato para utilizarle de moneda de cambio en su operación con los Hornets de cara a conseguir al pívot Mark Williams. El número 29 del draft, Liam McNeeley, y un pick de primera ronda del draft de 29 también fueron incluidos en la operación.

Micic ha vuelto así a Charlotte, que le traspasó a los Suns a media temporada, y de esta forma se le complica su retorno a Europa con su vínculo con la NBA hasta 2026.