El Baskonia se dio un festín a costa de un endeble Asvel y, además de asegurarse como mínimo el premio económico de al menos 176.995 euros que se concede la Euroliga al 14º clasificado, se divirtió, hizo disfrutar al Buesa Arena y recuperó confianza de cara a lo que viene en la ACB. El conjunto gasteiztarra, mucho más enérgico, acertado y motivado que un rival cuya oposición apenas duró tres minutos, comenzó a poner tierra de por medio en el ecuador del primer cuarto y a partir de ahí el choque fue un monólogo azulgrana hasta el bocinazo final.

Pablo Laso, ante la baja de última hora Luwawu-Cabarrot, apostó de inicio por su reconocible quinteto formado por Forrest, Howard, Sedekerskis, Moneke y Diop, que tuvo un sensacional inicio de encuentro en cuanto a acierto ofensivo. Aprovecharon los problemas de lesiones del Asvel en el juego interior y se mostraron más enérgicos que su rival tanto en la pelea por el rebote como en defensa.

De esta manera, los alaveses, con una anotación muy repartida entre los cinco titulares –sumaron cuatro puntos o más cada uno en el primer cuarto– fueron poniendo tierra de por medio a partir del 7-7 y, gracias a un sobresaliente parcial de 18-2, se construyeron una importante ventaja de 25-9. De Colo cortó el parcial con un afortunado triple a tablero, pero el Asvel siguió haciendo aguas en defensa y el Baskonia mantuvo el +16 al término de los diez primeros minutos gracias a un triple sobre la bocina de Howard (30-14).

Dicha diana hizo que el escolta norteamericano entrara en calor y, en el comienzo del segundo cuarto, todo el ataque azulgrana pasó por sus manos y se encargó de ir ampliando la sangrante brecha aún más y sofocar el amago de Maledon de meterse en el partido. Con mayor paciencia que un Asvel demasiado precipitado en ataque, el Baskonia encontró mejores situaciones en ataque que su rival, con mención especial a un monstruoso mate de Hall sobre Sako, y en el ecuador del segundo cuarto ganaba ya por 26 puntos de diferencia con el 47-21.

Poupet intentó desperezar a su equipo con un tiempo muerto, pero el cuadro galo simplemente no se presentó en el Buesa Arena. Las acciones aisladas de Maledon y De Colo fueron el único signo de vida que ofrecieron los visitantes en una primera parte en la que la diferencia en cuanto a energía y deseo de ganar el partido fue abismal, igual que la diferencia de 28 puntos (62-34) con la que se llegó al descanso.

Final plácido

Con una renta tan cómoda, el mayor riesgo para el Baskonia en la reanudación era precisamente ese, acomodarse en exceso, pero regresó del vestuario con las mismas ganas de hacer las cosas bien y sin intención de soltar el pie del acelerador. Diop, aprovechando la falta de recursos del Asvel por dentro, aprovechó a las mil maravillas los balones que le enviaron en las continuaciones y ello, junto a una acción de 3+1 de Howard, permitió elevar la diferencia por encima de los 30 puntos y dejar todo más que sentenciado a 16 minutos del final del encuentro con el 76-40.

A partir de ahí, con el Asvel ya totalmente hundido, el Baskonia se dedicó a divertirse y a hacer disfrutar a los aficionados que se acercaron al Buesa Arena mientras algunos jugadores como Howard o Moneke aprovechaban para seguir sumando puntos y recuperar confianza de cara a las próximas citas. El propio nigeriano fue el encargado de llevar la diferencia hasta los 40 puntos con el 89-48.

En el último cuarto, con todo ya decidido y ambos equipos dejándose llevar mientras avanzaba el cronómetro, Pablo Laso aprovechó para dar minutos a los menos habituales como Jaramaz, Raieste, Savkov y Joseba Querejeta, que de hecho terminaron coincidiendo en cancha en el tramo final con Luka Samanic ejerciendo como pívot.

Con ese quinteto menos experimentado, se dejaron escapar oportunidades de alcanzar récords como el de máxima valoración del Baskonia en un partido de la Euroliga (149) o victoria más abultada (+43), pero a cambio las piezas más importantes pudieron descansar. Querejeta anotó su primera canasta en la Euroliga y Savkov también dejó detalles positivos al anotar 8 puntos y dos triples en los siete minutos que estuvo sobre el parqué. Con esta, son ya diez victorias seguidas del Baskonia en el Buesa Arena, que fue una fiesta.