Un Baskonia sin rebote ni balance defensivo en Andorra

Demasiadas concesiones para salir airoso ante un rival al alza como el Andorra que se está jugando la vida. Los regalos se pagan y el Baskonia pudo dar buena cuenta de ello ante el conjunto del Principado.

La escuadra gasteiztarra volvió a padecer sus habituales desconexiones. Apagones letales en un visto y no visto, que primero permitieron al equipo de Joan Plaza meterse en el partido y después amasar una cómoda renta.

El primero llegó a falta de 6:07 minutos para el final del segundo cuarto cuando una canasta de Nikos Rogkavopoulos ponía siete puntos arriba a los de Laso. El Baskonia disponía de la primera oportunidad para romper un inicio de partido igualado y no solo la desaprovechó sino que permitió a su rival mandar en el marcador.

14-0 en 3:06 minutos

Y es que al conjunto vitoriano se le fundieron los plomos durante los 3:06 minutos siguientes en los que recibió el enésimo escandaloso parcial de 14-0. Algo que permitió al Andorra no solo recuperar los siete puntos en contra, sino gozar de esa misma diferencia a su favor.

Un Baskonia blando en defensa, errático, inmerso en un mar de dudas e incapaz de jugar con fluidez, en el que cada jugador trataba de hacer la guerra por su cuenta y que para colmo de males encadenaba pérdida tras pérdida a cada cual más grosera, volvía a firmar unos minutos terroríficos que echaban por la borda el correcto trabajo realizado hasta entonces.

Segundo apagón y -15

La historia de siempre. Un sube y baja continuo. Y es que pese a volver a meterse en partido, una vez más su luz se apagó durante otros cuatro minutos fatídicos mediado un tercer cuarto en el que la escuadra gasteiztarra recibió otro parcial de 31-20. 

Los hombres de Laso pasaron de tener a tiro al Andorra en el minuto 23:20 con un 53-50 en el marcador a ver cómo se les iba muy lejos hasta alcanzar una renta de 15 puntos tras un parcial de 17-5 en 4m 26s.

Tocaba remar otra vez. Un nuevo esfuerzo por culpa de sus continuos regalos. Y es que durante esos apagones y también durante muchas otras fases del partido, el Baskonia no dejó de dar facilidades a su rival.

Los alaveses fueron incapaces de cerrar como se debe su propio aro y permitieron al conjunto andorrano capturar 12 rebotes ofensivos. Buena prueba de ello es que el Andorra consiguió 13 puntos de segundas oportunidades.

Sin embargo, la verdadera sangría llegó por culpa de un pésimo balance defensivo, lo que permitió al Andorra anotar con facilidad cada vez que recuperaba un balón o era capaz de correr al contragolpe.

Los números así lo confirman. Y es que cada pérdida del Baskonia –llegó a cometer 12 por 9 de su rival– llegaba acompañada muchas veces de canasta. 8 puntos logró el cuadro andorrano tras una pérdida baskonista. Doloroso.

Nada en comparación con los 25 que lograron de contraataque, una clara señal de que el balance defensivo hizo aguas. En definitiva, ni rebote ni balance defensivo.