Pablo Laso encajó con resignación la derrota sufrida frente al Real Madrid en otro desenlace agónico por el triple de Hezonja a falta de un segundo. No en vano, antes del milagro obrado por el croata, el Baskonia se vio perjudicado por una serie de decisiones arbitrales que obligaron al conjunto vitoriano a realizar un profundo ejercicio de madurez.
Al ser preguntado por ello, el vitoriano dijo que "no puedo hablar porque luego me cuesta pasta", aunque su expresión facial fue suficiente para comprobar el descontento por la actuación del trío arbitral.
Eso sí, el entrenador del Baskonia puso el foco en los finales apretados, los mismos que están cayendo de cruz de manera sistemática en su equipo. "No soy de los que cree que todo está mal por perder o todo bien por ganar; tienes el disgusto de que se escapan muchos partidos por poco margen. El equipo debe ser más definitivo en estas situaciones", manifestó Laso, quien aseguró irse "jodido tras haber perdido". "Tengo que pasar página y pensar en mejorar como equipo para que no se nos escapen estos partidos", agregó.
Pablo Laso, quien se sintió profundamente agradecido por su ovación antes del inicio del encuentro, recordó que "soy un chaval de Vitoria que empezó jugando en el Baskonia y me voy jodido porque podíamos haber ganado en el campo del Real Madrid".
La reflexión del técnico azulgrana fue más allá: "Agradezco la muestra del público, pero que no dude nadie que quería ganar. Defiendo los colores de un equipo del cual me siento muy orgulloso y mi obligación es que cada día sea mejor. Soy el entrenador del Baskonia y me siento más que orgulloso".