El Baskonia recuperó en el derbi vasco una versión reconocible en la ACB con una necesaria victoria cimentada en una gran actuación defensiva y un baloncesto coral en ataque con el que sometió al Bilbao Basket durante los tres primeros cuartos. Sin embargo, un encuentro que tenía muy de cara con una renta que llegó a alcanzar los 15 puntos se complicó por errores propios en un epílogo en el que Moneke, el héroe de la cita, evitó que el triunfo se escapara.
Laso introdujo de inicio una pequeña variante en su habitual quinteto al situar a Baldwin como escolta en lugar de Howard junto a Forrest, Sedekerskis, Moneke y Hall, tal vez en busca de un mayor empaque defensivo que dio réditos al Baskonia durante los primeros compases del choque. La puesta en escena, en efecto, fue inmejorable con actividad defensiva y criterio en ataque que permitieron a los azulgranas construir una primera ventaja de 2-10 con cuatro puntos de Sedekerskis y seis de Moneke, el gran protagonista del primer cuarto con 13 tantos fruto de sus imparables cortes a canasta.
Se igualaron las cosas tras ese gran arranque visitante y el Bilbao Basket, incapaz de anotar desde el perímetro en los primeros diez minutos pese a contar con buenas opciones, encontró buenas opciones por dentro con las penetraciones de sus exteriores y el poderío de Jones y Hlinason ante una defensa interior mejorable.
Con la entrada de la segunda unidad y la falta de puntería de Howard, los alaveses no encontraron un segundo referente anotador y el Bilbao Basket se acercó a tres puntos al comienzo del segundo cuarto gracias a las penetraciones de Adbur-Rahkman. Con la falta de acierto exterior de ambos conjuntos, el juego siguió volcándose por dentro con protagonismo para Hall y su asociación con Baldwin (21-29) hasta que Kullamae abrió la veda al anotar el primer triple local en 12 intentos.
A ello le siguieron dianas de Dragic, Baldwin, Sedekerskis y en última instancia Raieste, que fue el encargado de colocar en el marcador el 32-40 con el que se llegó al descanso, un buen registro que hablaba bien del trabajo defensivo vitoriano, pero aún dejaba el choque abierto para la segunda parte.
Sufrimiento evitable
Los hombres de Pablo Laso no se relajaron tras el paso por los vestuarios y mantuvieron su energía defensiva en la reanudación, plasmada especialmente en un Forrest que robó dos balones a Frey y sumó también sus primeros cinco puntos del encuentro para, unidos a dos tiros libres de Moneke, elevar la renta visitante por encima de los diez puntos por primera vez con el 36-47.
Fueron los mejores minutos de los azulgranas, que liberados por su ventaja se divirtieron moviendo el balón en ataque para encontrar a Diop, Tadas o a Moneke bajo el aro, un trío, por cierto, que realizó también un fantástico trabajo defensivo y en el rebote ante la creciente frustración del Bilbao Basket. Llegaron a manejar una renta de 15 puntos, aunque el Bilbao Basket aprovechó los errores alaveses en el tramo final del tercer cuarto para recortar diferencias con canastas en transición y mantener algunas opciones con el 48-57 que reflejó el marcador al comienzo del cuarto decisivo.
Los tiros errados por Jaramaz en la reanudación dieron aún más alas a los hombres de negro, que siguieron evitando la defensa azulgrana con canastas fáciles en transición y metieron el miedo en el cuerpo al Baskonia. A los de Laso se les olvidó todo lo bueno que habían hecho en ataque hasta entonces, los jugadores comenzaron a hacer la guerra por su cuenta sin que el balón circulase y el Bilbao Basket se acercó a cuatro puntos con un mate de Hlinason y aún siete minutos por disputarse (54-58).
Se mantuvo la tensión durante los siguientes cuatro minutos en los que los locales tuvieron la oportunidad de colocarse a un punto en dos ocasiones con triples liberados de Pantzar y Kullamae que no entraron, hasta que apareció un monumental Moneke al rescate con un triple más falta personal seguido de un gran corte a canasta para calmar los ánimos locales. El propio nigeriano se encargó de ponerle el broche de oro al partido y a su actuación con un espectacular mate para el 60-69 que, pese aunque no perdió la fe y vendió cara su piel, fue ya imposible de remontar para el Bilbao Basket.