Ndiaye pide paso en la zona del Baskonia
El interior senegalés mostró su validez con un convincente debut en la Euroliga ante el Real Madrid
El canterano del BaskoniaOusmane Ndiaye vivió el martes un día que difícilmente podrá olvidar en lo que para él fue un debut soñado en la Euroliga. El interior de 20 años, que apenas había entrado en los planes de Pablo Laso en el tramo inicial de la temporada, partió como titular ante todo un Real Madrid y terminó siendo importante en el triunfo ofreciendo 15 minutos de calidad que permitieron también coger oxígeno a Moneke.
El ala-pívot senegalés estuvo impecable cerca del aro y convirtió en seis puntos los tres lanzamientos que intentó en la zona. Además, aportó energía al equipo con su intensidad defensiva y consiguió segundas oportunidades para sus compañeros con dos rebotes ofensivos.
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Por si fuera poco, también le colocó un espectacular tapón a Dzanan Musay sólo le faltó acierto en el lanzamiento exterior, donde erró sus tres intentos, para ponerle la guinda a su notable encuentro.
Pablo Laso, que ya lo utilizó como titular ante el UCAM Murcia el pasado sábado para intentar ampliar la rotación, decidió en esta ocasión mantenerlo durante más tiempo en la cancha e incluso confió en él para ejercer como pívot de circunstancias ante los problemas físicos de Hall en el arranque del cuarto decisivo, cuando no tuvo miedo de medirse al gigante Tavares.
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Su gran desempeño fue sin duda una de las noticias positivas de la victoria contra el Real Madrid, ya que Ndiaye demostró ser un jugador válido que puede ayudar a ampliar la rotación y dar un necesario descanso a otros interiores en una temporada de máxima exigencia por el apretado calendario.
El 'cuatro' que se esperaba
Tras haber participado en la derrota de la primera jornada de la ACB ante el Lenovo Tenerife con 10 minutos, Ndiaye desapareció de la rotación en los compromisos contra el Partizan, el Andorra y el Estrella Roja hasta su reaparición contra el UCAM. Durante ese tiempo apartado en el fondo del banquillo, Laso intentó buscar alternativas para el puesto de cuatro durante los minutos de Moneke en el banquillo, pero ni Sedekerskis, a quien él considera más un alero que un ala-pívot, ni Rogkavopoulos, que se encuentra más cómodo en el tres, terminaron de convencerle.
De hecho, llegó a afirmar en la rueda de prensa previa al viaje a Belgrado que para él el cuatro suplente era Ousmane Ndiaye, lo cual chocaba con las escasas oportunidades con las que estaba contando el jugador. Pues bien, tras no participar contra el Estrella Roja, reapareció contra el UCAM y pese a su discreta actuación dispuso de otra oportunidad ante el Madrid, cuando sí que dio un importante paso al frente.
Con su desempeño del martes es esperable que Ndiaye siga contando con peso en la rotación durante las próximas jornadas, lo cual sería una noticia excelente tanto para el propio jugador, que podrá seguir acumulando experiencia y avanzando con su progresión, como para el Baskonia, que cuenta con una plantilla corta y necesita tener implicado al máximo número de jugadores posible.
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Además, su posición está especialmente corta de efectivos después de la marcha de Costello en verano, que podía jugar tanto en el cuatro como en el cinco y que aportaba un perfil diferente a la batería interior que ahora no tiene el equipo.
Por si fuera poco, las dudas acerca del estado físico de Donta Hall tras la torcedura de tobillo sufrida en el entrenamiento del pasado lunes hacen aún más necesaria la intervención de Ndiaye, que podría tener que volver a disputar minutos en el puesto de pívot contra el Asvel este viernes. Es evidente que el senegalés de 2,11 metros aún es joven y necesitará tiempo para ser una pieza importante de la rotación azulgrana, pero lo ideal sería que pudiera estabilizarse alrededor de esos 10-15 minutos por encuentro.
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Eso solucionaría muchos problemas a Pablo Laso y permitiría dosificar mejor los esfuerzos del resto de la plantilla y en concreto de un Chima Moneke que llegó fundido al tramo final de la pasada temporada. El encuentro contra el Real Madrid debería ser un punto de inflexión que marque el camino a seguir a un Ousmane Ndiaye que pide su hueco en el Baskonia de Laso.