Laso define su núcleo duro en el Baskonia

Aunque sólo se han disputado tres encuentros oficiales de la nueva temporada, las rotaciones empleadas por Pablo Laso hasta el momento demuestran ya quiénes van a ser los hombres de confianza del técnico gasteiztarra al menos durante este tramo inicial de la campaña que debe servir para acoplar las piezas del Baskonia.

La pasada campaña se le recriminó en algunas ocasiones a Dusko Ivanovic el utilizar una rotación demasiado reducida y se esperaban cambios en ese sentido con la llegada de Laso. La realidad, sin embargo, es que hasta el momento y a pesar de haber concedido minutos a 12 de los 13 jugadores del primer equipo, la escasa aportación del fondo de armario azulgrana vuelve a reducir el núcleo duro del equipo a unos pocos nombres de la plena confianza del técnico vitoriano.

Concretamente, hay ocho jugadores cuya participación en los tres primeros encuentros de la temporada ha sido superior al del resto de sus compañeros: los bases Trent Forrest y Kamar Baldwin, el escolta Markus Howard, los aleros Timothé Luwawu-Cabarrot y Tadas Sedekerskis, el ala-pívot Chima Moneke y los pívots Donta Hall y Khalifa Diop.

En el encuentro contra el Partizan, tal vez el ejemplo más significativo, los ocho mencionados disputaron al menos 16 minutos de juego cada uno, mientras que los siguientes en la lista fueron Nikos Rogkavopoulos con poco más de seis minutos y Ognjen Jaramaz con únicamente un minuto sobre el parqué. Ousmane Ndiaye y Sander Raieste no llegaron a saltar a la cancha, mientras que Pavel Savkov, el único que aún no ha disputado ningún minuto oficial, fue el descarte de Laso.

En los duelos de ACB contra el Tenerife y el Andorra, en los que el abanico de posibilidades es aún más reducido para Laso por la necesidad de dejar a uno de los tres extracomunitarios fuera de la convocatoria mientras se espera a que Kamar Baldwin pueda conseguir un pasaporte, el propio Baldwin está siendo el descartado en beneficio de Forrest, que por ahora es el base predilecto para Laso.

Ello obliga a que los hombres de la segunda unidad tengan mayor protagonismo para que el equipo no termine fundido físicamente, aunque pese a ello su minutaje sigue bastante por detrás de los titulares con la excepción de Nikos Rogkavopoulos, que en la liga doméstica sí que alcanza los 15 minutos por encuentro.

Tomando las estadísticas de los primeros tres duelos del curso como referencia, hay cinco jugadores que superan los 25 minutos por encuentro y que conforman un quinteto titular muy físico y con capacidad de realizar cambios automáticos en defensa por su versatilidad: Forrest (26 minutos por choque), Luwawu-Cabarrot (28), Sedekerskis (28), Moneke (31) y Hall (25). Les siguen Howard (18), Baldwin (17) y Diop (16), con Rogkavopoulos un paso por detrás con 13 minutos de media. El resto no alcanza los dobles dígitos: Jaramaz promedia 8, Raieste 5, Ndiaye 4 y Savkov aún no ha jugado.

Necesaria mayor aportación

Los ocho jugadores que mayores garantías están ofreciendo a Laso en este inicio de campaña están rindiendo a un buen nivel, pero el preparador gasteiztarra va a necesitar mayor aportación del resto de piezas, ya que los titulares difícilmente podrán aguantar un ritmo de 25 minutos de media por encuentro durante toda la temporada.

El problema se acrecenta en la ACB, donde el límite de dos extracomunitarios reduce el núcleo duro a sólo siete piezas, algo que ha podido condicionar las dos derrotas encajadas por el equipo hasta el momento. A juzgar por el reparto de minutos, el mayor problema reside en estos momentos en el puesto de ala-pívot, donde Chima Moneke está absorbiendo la gran mayoría de minutos ante la ausencia de otro cuatro de plenas garantías.

Ndiaye ha desaparecido de la rotación tras el primer encuentro, Rogkavopoulos no termina de convencer en esa posición y todo hace indicar que Laso prefiere a Sedekerskis en el puesto de alero que en el de ala-pívot.

Si la pasada campaña fueron principalmente Miller-McIntyre, Howard, Marinkovic, Sedekerskis, Moneke, Costello y Kotsar los siete hombres de confianza de Dusko Ivanovic, esta temporada se está siguiendo un guión similar. Eso sí, con la esperanza de que piezas como Rogkavopoulos, Jaramaz o Ndiaye vayan poco a poco asentándose en la rotación con minutos de mayor calidad que puedan insuflar oxígeno a las puntas de lanza.

De lo contrario, será muy difícil competir al máximo nivel en las dos competiciones y especialmente lograr los objetivos en una ACB que ya se ha puesto cuesta arriba con las dos derrotas que acumula el equipo en las dos primeras jornadas.