El gran favorito de la Final Four de la Euroliga, que arrancará mañana con las semifinales entre el Panathinaikos y el Fenerbahce a las 18.00 horas y el Real Madrid y el Olympiacos a las 21.00 horas, es sin duda el Real Madrid por la espectacular plantilla con la que cuenta y los grandes resultados obtenidos esta temporada, pero la historia dice precisamente lo contrario.

Para revalidar el título de campeón conseguido hace un año, el conjunto entrenado por Chus Mateo, único representante de la ACB en pie, no sólo debe superar a tres rivales de enorme nivel como el Fenerbahce y los dos gigantes griegos, sino que además tiene que hacer frente a la maldición que persigue a los campeones de la fase regular desde que se implantó el actual formato de liga unificada.

Desde la campaña 2016-17, primera vez que se jugó una liga con un play off entre los ocho primeros clasificados previo a la Final Four, el equipo con mejor balance en la fase regular nunca ha conseguido alzar el título de campeón, lo cual habla de la enorme dificultad de ganar la Euroliga y la igualdad existente entre los equipos punteros, además de lo impredecible que es la fase final con eliminatorias a único partido.

Recientes campeones

En aquel curso 2016-17, precisamente, fue el Real Madrid el mejor equipo de la liga regular con un balance de 23 victorias y 7 derrotas, pero finalmente fue el Fenerbahce, quinto clasificado, quien se proclamó campeón. La siguiente campaña (2017-18), el Madrid lo hizo bastante peor en la fase regular al terminar quinto con 19 victorias y 11 derrotas, pero esta vez sí que logró el título tras superar en la semifinal al CSKA de Moscú, que había arrasado en la fase regular con 24 triunfos y 6 derrotas. 

La historia se repitió en las ediciones posteriores. En la temporada 2018-19, la de la Final Four de Vitoria-Gasteiz el mejor balance lo registró el Fenerbahce con un 24-6, pero el campeón fue el CSKA de Moscú, segundo clasificado. La 2019-20 se suspendió por la pandemia, pero en la 2020-21 el mejor balance lo registró el Barcelona con un 24-10 y el campeón fue el Anadolu Efes, tercer clasificado. En el curso 2021-22 la diferencia entre los culés, de nuevo primeros en la liga con un 21-7, y el Efes, sexto con un 16-12, fue aún mayor, pero el resultado volvió a ser el mismo con los turcos repitiendo título de campeón.

Por último, la pasada temporada el Olympiacos fue el mejor de la fase regular con 24 victorias y 10 derrotas, pero cayeron de una forma cruel en la final contra el Real Madrid por 78-79 con aquella canasta de Llull en el último instante. Esta campaña, el conjunto merengue ha completado la mejor actuación histórica en una fase regular con un balance de 27-7 y tiene una plantilla mejor incluso que la que le dio el título hace un año, pero está por ver si eso será suficiente para romper con el maleficio.

En el antiguo formato con fase de grupos y Top 16 sí que hay algunos casos en los que el mejor balance de la fase regular fue campeón, como logró el CSKA en el curso 2015-16 tras registrar un 9-1, aunque para encontrar a un club que fuera el mejor en el Top 16 y terminara alzando el trofeo hay que remontarse al Maccabi de la campaña 2004-05, que sumó 6 victorias y ninguna derrota. 

9.000 griegos

El favorito al título, por lo tanto, deberá hacer frente a estos precedentes y también al ambiente hostil que se encontrará en las gradas del Uber Arena de Berlín. Se calcula que 9.000 aficionados griegos se han desplazado a Berlín entre seguidores del Panathinaikos y el Olympiacos, algunos de ellos sin entrada, mientras que el Real Madrid sólo contará con alrededor de 500 seguidores en el pabellón.

La ruidosa afición del Olympiacos ya se hizo notar el año pasado en Kaunas y el club calcula que tendrá unos 4.500 seguidores dentro del pabellón frente a los 3.000 del Panathinaikos y 2.000 del Fenerbahce. El Real Madrid, a pesar de los mencionados precedentes, es el rival a batir y el resto de participantes pondrá toda la carne en el asador para evitar que revalide el título.