Uno sigue en estado de gracia, mientras que el otro lleva tres partidos consecutivos en los que no levanta cabeza. Codi Miller-McIntyre y Markus Howard, el día y la noche en este Baskonia. La cara y la cruz en el duelo ante el Alba Berlín.

El base de Carolina acabó con un 'doble-doble' gracias a sus 14 puntos con soberbios porcentajes –5/6 (83% en tiros de 2 y 1/1 (100%) en triples y lanzamientos desde la personal– y 10 asistencias.

Estadísticas que adornó con 4 rebotes, 3 robos y dos faltas recibidas para una valoración final de 25 créditos, el mejor del encuentro.

Howard, por su parte, se quedó a cero en este apartado estadístico. Un rosco y eso que pudo ser peor ya que maquilló sus números gracias a un acertado último cuarto en el que anotaría sus únicos ocho puntos.

Escaso bagaje para un killer que lleva tres partidos consecutivos con la pólvora mojada y que terminó el tercer cuarto con un -7 de valoración tras haber fallado sus seis tiros de campo, una canasta de 2 y cinco triples. 

No está fino tras el parón el de New Jersey. El cero en valoración en el duelo ante el cuadro alemán confirma esta tendencia. Y es que ante el Fenerbahce se quedó en 4 puntos y acabó con una valoración de -2 en 8:39 minutos y frente al Gran Canaria concluiría el duelo con 5 puntos y un pobre 1/5 y 0 créditos de valoración en 19:20 minutos en pista.

Howard trata de superar la defensa de Samar, durante el partido entre el Baskonia y el Alba de Berlín Josu Chavarri Erralde

Frente al Alba se volvió a ver un Markus Howard angustiado, sin confianza, superado en defensa con sus habituales problemas con las faltas, cariacontecido y sin ese acierto descomunal de los duelos previos al parón.

El compulsivo killer azulgrana erró sus seis primeros lanzamientos desde el arco y en el segundo de ellos no llegó ni a tocar ni el aro. 

CHISPAZOS AL FINAL DE MARKUS

Al final acabaría con un porcentaje del 25% tras anotar sus dos últimos lanzamientos (2/8) en un despertar final que pudo servirle para recuperar en parte la sonrisa.

Y es que a esos dos lanzamientos desde más allá del arco, hay que añadir otro canastón marca de la casa tras driblar a tres contrarios y acabar con una espectacular suspensión y una bomba a cuatro metros. Un atisbo de luz. 

Tres chispazos que pueden servir para volver a ver al Markus Howard estelar. De momento, el papel protagonista lo está asumiendo Miller-McIntyre. El lobo se volvió a pegar otra paliza entre pecho y espalda tras estar más de 30 minutos en pista. Un líder que anota, asiste, dirige con acierto y contagia una intensidad defensiva impagable.

Su esfuerzo atrás le permitió terminar con tres robos. Entregado y generoso para repartir esos balones que recuperaba gracias a su notable entrega defensiva. De nuevo un Fórmula 1 para acabar anotando en transición de canasta a canasta. Veloz. Esta temporada va como un tiro. l