Tadas Sedekerskis pisaba esta mañana por primera vez la sala de prensa del Buesa Arena. Hasta ahora, el jugador siempre había atendido a los medios de comunicación en la zona mixta. Sin embargo, la renovación del capitán hasta 2029 lo merecía. “Nunca había estado aquí en estos 11 años”, apuntó de inicio emocionado.
Lo estaba por razones obvias. Las muestras de cariño recibidas en estas últimas horas, una vez que el club hizo público la prórroga de su contrato por otras cinco temporadas, han abrumado al lituano. “He recibido un montón de mensajes. No esperaba que a la gente les hiciera tanta ilusión. Al despertarme hoy he visto que hay hasta canciones. Esto demuestra que la gente me quiere mucho aquí”.
“Llevo aquí once años. Vitoria es mi segunda casa y estoy muy contento de que esta historia continúe y nos demos muchas alegrías juntos”, añadió al respecto.
Eso sí, la continuidad del jugador en el Baskonia “no ha sido fácil”, tal y como precisó el báltico. Sedekerskis desveló que las negociaciones comenzaron “en otoño” y que durante este periodo “ha habido bastantes ofertas de otros equipos”.
"Si te encuentras bien y tienes gente alrededor que quieres, amigos, una ciudad, un club donde te van las cosas bien... para qué cambiar por otro"
Sedekerskis reconoció que, pese a que le animaron a “probar otros equipos”, ya que se encontraba ante una gran “oportunidad”, su cabeza y su corazón priorizaron desde el primer momento seguir en Vitoria. “Mi familia y yo aquí estamos como en casa y si te encuentras bien y tienes gente alrededor que quieres, amigos, una ciudad, un club donde te van las cosas bien... para qué cambiar por otro”, indicó.
Y es que para el de Nida, lo que pudiera ganar en otro sitio, tanto a nivel económico como de títulos, no lo es todo. “Por más dinero o por ir a un equipo más grande que se supone que tienes más posibilidades de ganar... Puede ser. Pero para mí, desde el primer año que estoy aquí, me hace ilusión ganar algo con el Baskonia”.
Sedekerskis agradeció la confianza que le ha mostrado el club por ofrecerle un contrato de tan larga duración, algo que “no es habitual aquí ni en ningún lado”. “Esto demuestra que el club confía en mí y yo les he demostrado durante estos años que soy un jugador que quiere mejorar cada año y cada día dar un pasito hacia delante”, añadió al respecto.
“Tengo que rendir y estar a la altura para dar lo que la gente espera de mí. Es un reto”.
El polivalente interior azulgrana destaca que la renovación hasta 2029 es “la recompensa por mi trabajo”, pero asume ahora que el haber mejorado sus condiciones con un contrato de tan larga duración supone “una gran responsabilidad”. Sedekerskis es consciente de ello. “Tengo que rendir y estar a la altura para dar lo que la gente espera de mí. Es un reto”.
Para ello continuará trabajando duro y puliendo esos aspectos que aún cree que puede mejorar. Un jugador inconformista como reconoce él mismo. “Soy muy exigente conmigo mismo. Soy bastante joven todavía y tengo bastante margen de mejora. En todo”.
Sedekerskis quiso recordar sus inicios como azulgrana siendo un adolescente. “El comienzo fue muy bonito. Mi familia y yo estábamos muy contentos por elegir el Baskonia. Considerábamos que era el mejor sitio para seguir creciendo”.
Superar las dificultades
Sin embargo, el camino no fue fácil, tal y como desveló el propio jugador, ya que no tardarían en aparecer las dificultades. “Llegaron los años en los que subí al primer equipo y era muy joven, con 18 años. Empezaron a entrar las dudas. Si valgo, si no valgo. Igual ya no soy tan bueno. Todos tenían dudas. Pero fui afortunado porque tuve gente alrededor que me apoyó mucho”.
"Empezaron a entrar las dudas. Si valgo, si no valgo. Igual ya no soy tan bueno. Todos tenían dudas. Pero tuve suerte porque tuve gente alrededor que me apoyó mucho"
Ahí se acordó de los suyos y de un técnico de la casa como Iñaki Iriarte, una figura clave para no rendirse. “Tantos días con él, tantos entrenamientos, mucho apoyo... Todo esto suma y no caí del todo. Él siempre confiaba en que podía ser un jugador importante en el Baskonia”.
A todo ello, hay que añadir su carácter de hierro y la confianza en sí mismo. “La persona que nunca deja de luchar y que siempre cree en él mismo, pronto o tarde, acaba arriba y llega dónde quiere llegar”.
Crecimiento con Ivanovic
Además, el jugador tampoco quiso pasar por alto esos malos momentos en los que por culpa de las lesiones o por las decisiones técnicas de otros entrenadores careció del protagonismo del que disfruta ahora.
Sedekerskis dejó claro que esas experiencias le sirvieron para hacerse más fuerte y tuvo palabras de agradecimiento para un técnico como Dusko Ivanovic, quien ha elevado su juego bajo su tutela. “Dusko es lo que necesitaba. Confía, ve mi trabajo diario”. Y eso que, tal y como desveló, “los primeros meses no fueron fáciles”.
Sin embargo, Sedekerskis no se rindió y así lo explicó durante la rueda de prensa. “Si todos los días demuestro que quiero, que estoy al 100% y que estoy concentrado, al final te acaba dando la oportunidad y si la aprovechas, acabas jugando”.
Récord de partidos
Ahora su reto es superar el récord de partidos vistiendo la elástica baskonista, en poder de Sergi Vidal con 521. En estos momentos cuenta con 277 y los 300 están cerca, una cifra que el jugador cree que podría haber pasado de no haber sufrido tantas lesiones. “El año pasado cuando recibí la camiseta con 200 partidos, dije son muchos, pero llevo muchos años aquí, también he estado muchos sin jugar y si llegase a sumar todos los que me he perdido tendría bastantes más”.
Sedekerskis tiene claro que ese récord es algo que le “ilusiona”. “Si todo va bien me convertiré en el jugador con más partidos. Ojalá”, indicó el lituano, quien sueña también con “ganar la Euroliga” y poder celebrarlo por todo lo alto en la Virgen Blanca.
“Quedarme aquí con todo el amor de esta gente me ilusiona bastante más que cambiarlo por ganar algún euro más. Y si encima me convierto en el jugador con más partidos en el Baskonia, te retiras y dices madre mía”, concluyó Tadas, ejemplo de fidelidad a unos colores.
