El Baskonia no perdonó ante el colista de la Euroliga y, comandado por un extraterrestre Miller-McIntyre, logró imponerse sin excesivas complicaciones a un rival que en todo momento dio la sensación de ser inferior y que echó en falta a su estrella Nando de Colo y al exbaskonista Youssoupha Fall. Miller-McIntyre, en una noche en la que entró en los libros de historia de la Euroliga al romper el récord de asistencias del torneo y registrar un triple doble, manejó a sus anchas un partido en el que encontró en excelentes situaciones a sus compañeros que, por otro lado, también colaboraron en la consecución del récord con su enorme acierto desde el triple.
El quinteto inicial alineado por Ivanovic, formado por Miller-McIntyre, Howard, Rogkavopoulos, Díez y Kotsar, comenzó el encuentro atinado desde el perímetro con un triple de Howard y otro de Rogkavopoulos, aunque le costó cerrar la zona y permitió algunas canastas fáciles bajo el aro a Lee, Lauvergne o Jackson. También tuvo dificultades el Baskonia para cerrar el rebote defensivo, algo que permitió que Mike Scott, en su entrada a cancha, anotara seis puntos consecutivos para su equipo. Afortunadamente para los alaveses, apareció Dani Díez, protagonista inesperado del primer cuarto con ocho puntos, para responder con dos triples y situar a su equipo con una ventaja de tres puntos (23-20) al cierre de un parcial inicial sin un claro dominador.
Con la entrada de Moneke y Raieste, el Baskonia elevó notablemente su intensidad defensiva y al Asvel le empezó a costar sumar puntos. Mientras, los gasteiztarras, dirigidos con maestría por Miller-McIntyre –llegó al descanso con 12 asistencias– y con un enorme acierto desde el triple, fueron distanciándose poco a poco a base de propinar a su rival zarpazos desde el perímetro con Marinkovic, Moneke e incluso Raieste hasta alcanzar una ventaja de dobles dígitos con el 35-24.
La buena labor del jovencísimo Yaacov durante dicho tramo evitó que la diferencia se disparara y el Asvel logró acercarse con el regreso a cancha de sus titulares (43-36), aunque una serie de vertiginosas transiciones de los gasteiztarras, incluida una que terminó con canasta de Miller-McIntyre sobre la bocina del descanso, permitió al Baskonia cerrar la primera parte con un importante colchón de 52-39.
Final para disfrutar
Al regreso de vestuarios, Miller-McIntyre siguió repartiendo asistencias a diestro y siniestro, aunque los gasteiztarras, al verse muy superiores a su rival, se relajaron en defensa. La diferencia, en cualquier caso, se mantuvo en todo momento alrededor de los diez puntos, sin que el Asvel llegara a poner en aprietos a los locales, pero tampoco descolgarse definitivamente del partido.
Howard tiró del carro de la anotación azulgrana en el tercer cuarto con sus triples y, aunque hacia el final del parcial se le acabó su acierto, el conjunto francés tampoco estuvo fino y fue incapaz de aprovecharlo durante unos minutos en los que los puntos llegaron con cuentagotas en los dos aros.
De esta manera, se llegó al cuarto decisivo con una ventaja de 71-61 para los alaveses y cierta sensación de tener el partido controlado. Los visitantes les metieron el miedo en el cuerpo momentáneamente con una canasta de Ndiaye y un triple de Scott que los acercó a sólo cinco puntos (71-66), pero el héroe de la noche, Miller-McIntyre, aplacó inmediatamente el intento de rebelión del Asvel con un triple, al que se le sumó otro de Costello para mayor calma de la afición.
Tras ello, los focos se centraron durante el tramo final en Codi Miller-McIntyre, que tras su excepcional actuación redondeó sus números acción tras acción para ponerle la guinda a la noche. En la misma jugada puso al Buesa Arena en pie al recoger un rebote con el que alcanzaba el doble doble y servir un alley oop en transición a Moneke para romper el récord de asistencias en Euroliga con 20. Tras ello, se centró en alcanzar los dobles dígitos también en anotación y lo logró entrando así también en la selecta lista de jugadores que han conseguido un triple doble en la Euroliga. En definitiva, una noche mágica del base norteamericano con la que el Baskonia logró lo más importante de todo: la victoria con la que sigue metido de lleno en la pelea por el play off.
