Este miércoles arranca la segunda vuelta de la Euroliga con la esperanza de divisar dentro de unos meses la silueta azulgrana dentro del selecto grupo de elegidos para pelear en mayo de este año por la Final a Cuatro de la Euroliga.
El primer rival para que el Baskonia haga realidad dicho objetivo es el temible Panathinaikos, que aterriza en el Buesa Arena sumergido en el momento más dulce de la temporada tras encadenar cuatro victorias consecutivas. Además, tres de ellas se han producido lejos del OAKA ante el Asvel Villeurbanne (81-89), el Mónaco (90-91)y el Armani Milan (68-76).
Este dato ilustra la extrema dificultad del partido que afronta el Baskonia, quien eso sí al calor de su público no debe temer a nadie. El equipo de Dusko Ivanovic arranca una semana de órdago que le llevará a medirse este viernes al Barcelona en el Palau, también en el marco de la máxima competición continental, y el domingo al Real Madrid en el Buesa Arena con nada menos que el billete para la Copa del Rey en juego siempre que el Tenerife no pierda antes ante el Joventut.
Tres encuentros de la máxima dificultad concentrados en un corto margen de tiempo, por lo que el técnico montenegrino tendrá la imperiosa necesidad de exprimir todos los recursos de una plantilla corta en comparación con las de otros transatlánticos del Viejo Continente.
Otra cosa distinta es saber si Ivanovic, que nunca regala los minutos en pista, llevará esta teoría a la práctica porque siempre se maneja mejor con grupos cortos y, por otro lado, la respuesta de algunos jugadores de la segunda unidad no está siendo positiva.
Un rival bien armado
El Panathinaikos de Ergin Ataman, que despertaba muchos recelos entre la cátedra cuando la Euroliga 2023-24 echó a rodar, será un buen test para el Baskonia. No en vano, es un equipo temible en todas las posiciones a quien no ha importado recientemente abrir la puerta de salida a uno de sus fichajes estrella del pasado mercado estival: Kyle Guy.
El francotirador estadounidense, de ingrato recuerdo para el Baskonia la pasada temporada cuando militaba en el Joventut, acaba de reforzar la cuerda exterior del Tenerife. Antes de la rescisión de su contrato, eso sí, llevaba algún tiempo fuera de las convocatorias.
El siempre díscolo Ataman parece haber encontrado la pócima del éxito en tierras griegas. No en vano, atesora muchas armas para hacer del Panathinaikos un claro candidato a la zona noble de la Euroliga, mucho más tras el fichaje del combo Kendrick Nunn, un anotador compulsivo que ha puesto la guinda a un perímetro heleno en el que ya figuraban piezas contrastadas como Sloukas, Grant, Vildoza y Grigonis.
Por dentro, los pívots baskonistas también afrontarán una complicada misión ante dos de los jugadores más valorados de la Euroliga. Lessort y Mitoglou, sexto y séptimo de este ranking tras Moneke, aportan 15 puntos y 6 rebotes de media por barba.
Además, el Panathinaikos también cuenta ya en nómina con Juancho Hernangómez tras la fractura en el dedo meñique de su mano izquierda que le mantuvo en el dique seco por espacio de dos meses. Sin embargo, el ala-pívot madrileño –al que Ataman criticó duramente en público– no está siendo un factor desequilibrante como su club esperaba cuando le extendió uno de los contratos más onerosos de esta edición continental.
"Es un equipo nuevo pero todos sus jugadores tienen experiencia en la Euroliga. Pueden meter y crear para otros, algo que les hace muy peligrosos. Mitoglou es uno de los mejores 'cuatros' del torneo y Lessort ya hizo daño en el primer partido al Baskonia"
"Es un equipo nuevo pero todos sus jugadores tienen mucha experiencia en la Euroliga. Pueden meter y crear para otros, algo que les hace muy peligrosos. Todos sus exteriores son anotadores, Mitoglou es uno de los mejores 'cuatros' de la competición y Lessort ya hizo mucho daño en el primer partido al Baskonia", advirtió Ivanovic en la previa.
En definitiva, una velada repleta de alicientes en la que el Baskonia aspira a igualar a victorias al gigante heleno en la tabla. Cabe recordar que en el partido de ida celebrado el pasado 27 de octubre los alaveses –entonces bajo la dirección técnica de Joan Peñarroya y plagados de bajas– cayeron por una diferencia considerable (95-81), de ahí que remontar el basket average parezca una misión casi imposible.