Tras un largo parón de diez días por la disputa de la Final Four de la Euroliga, el Baskonia regresará esta semana a la competición con la disputa de la última jornada de la fase regular de la ACB mañana en Girona, pero sobre todo con el arranque del play off por el título el sábado a las 18.30 horas en el Buesa Arena, uno de los momentos más esperados por los aficionados. La excelente temporada realizada por el Baskonia tanto en la Euroliga como en la Liga Endesa, donde ha estado peleando con el Barcelona y el Real Madrid por los primeros puestos de la clasificación hasta la última jornada, llama al optimismo de la parroquia azulgrana, aunque para ello el equipo deberá plasmar las buenas sensaciones que ha transmitido en liga en las eliminatorias, la tarea pendiente de la actual plantilla.
El play off es un mundo totalmente diferente al de la fase regular, que rara vez suele arrojar certezas sobre quién terminará alzando el título al final de la campaña. Buena muestra de ello es que el Baskonia nunca ha sido campeón tras terminar la liga en primera posición, algo que sí que ha logrado en cuatro ocasiones sorprendiendo desde puestos más alejados de los focos. Cuando llega el momento de la verdad, algunos de los jugadores que han sobresalido durante la temporada se arrugan ante la presión de no tener margen para cometer errores y otros con números más discretos pero mucha experiencia a sus espaldas dan un paso al frente, como hicieron el Chacho Rodríguez y Sergio Llull en la final de la Euroliga del pasado domingo.
En ese sentido, este grupo del Baskonia todavía tiene mucho que demostrar, ya que le falta la experiencia que sí que tienen otros rivales en este escenario y es una incógnita el rendimiento que puede ofrecer este grupo en una eliminatoria a tres o a cinco partidos. Para cinco jugadores con bastante peso en la actual plantilla –Thompson, Heidegger, Howard, Hommes y Kotsar– el choque del sábado será su debut en un play off de la ACB, por lo que está por ver si son o no de los que se crecen en situaciones como esta. La Copa del Rey de Badalona, en la que el equipo cayó eliminado en la primera ronda contra el Joventut, es hasta ahora la única actuación de este grupo en una eliminatoria y no fue un buen presagio.
Quienes más experiencia tienen en un play off de la ACB en la actual plantilla son Rokas Giedraitis y Dani Díez, que seguro que van a tener un papel relevante en la rotación. El lituano ha disputado 263 minutos en 9 encuentros de eliminatorias, mientras que el madrileño acumula 258 minutos de juego en 21 partidos. Les siguen Costello (180 minutos) y Enoch (121), pero el resto de jugadores –Marinkovic, Sedekerskis, Raieste y Kurucs– no supera los cien minutos disputados. Además, los ocho jugadores azulgranas que saben lo que es competir en un play off suman más derrotas que victorias en su historial.
Esto contrasta, por ejemplo, con el caso del Joventut, que cuenta con dos jugadores con más partidos en play off individualmente que toda la plantilla baskonista al completo, ya que Tomic ha disputado 97 encuentros y Pau Ribas 76. En caso de ser el Gran Canaria el rival, la balanza se equilibraría en este aspecto.
La maldición de Peñarroya
Si los jugadores deben demostrar en este play off que son capaces de rendir también a buen nivel en este contexto, al técnico Joan Peñarroya le pasa algo parecido, ya que nunca ha salido victorioso de una eliminatoria de ACB como entrenador. El preparador catalán se ha clasificado en cinco ocasiones a lo largo de su carrera para los cuartos de final y en ninguna de ellas logró pasar de ronda. En los cursos 2016-17 y 2017-18 se clasificó para la fase final con el Andorra y en ambas ocasiones cayó eliminado por 2-1 contra Real Madrid y Barcelona. En la temporada 2018-19 también alcanzó el play off con el Manresa y fue eliminado por 2-0 por el Real Madrid, mientras que en la campaña 2020-21 fue el Tenerife el que ejerció de verdugo del San Pablo Burgos por 2-0.
La última experiencia del técnico en las eliminatorias de la ACB aún está fresca en la memoria del baskonismo, ya que el curso pasado fue el conjunto gasteiztarra el que eliminó en cuartos al Valencia Basket de Peñarroya por 1-2. Solo un año, en el curso 2019-20, logró el de Terrassa alcanzar las semifinales de la ACB, aunque ocurrió tras superar la fase de grupos improvisada por la pandemia en la burbuja de Valencia y no después de vencer en una eliminatoria. El Barça dejó al San Pablo Burgos fuera de una final que terminó ganando el Baskonia con Kurucs y Sedekerskis en el banquillo, pero sin jugar un solo minuto.
Tampoco ha superado Peñarroya nunca los cuartos de final de la Copa del Rey, aunque sí que demostró saber competir en eliminatorias durante las dos Basketball Champions League que ganó en Burgos. Ahora intentará convertir su mejor balance en una fase regular de la ACB en su primera victoria en el play off de la liga doméstica.
