Se hace difícil creer que el mismo equipo desorientado que perdió en Badalona y Bolonia pudiera protagonizar una loca fiesta en el Buesa Arena unos días después, pero así fue. El Baskonia despejó cualquier duda generada en las últimas semanas de un plumazo con una exhibición ofensiva de 40 minutos y defensiva de 20 ante un gris Valencia Basket que, en unas fechas tan especiales para su ciudad como las Fallas, quedó reducido a cenizas en Vitoria. Y todo ello con un mal Howard.
El choque, en el que Peñarroya alineó de inicio a Thompson, Howard, Giedraitis, Hommes y Kotsar, comenzó con mucho acierto ofensivo por parte de ambos conjuntos, que apenas se dieron tregua durante los primeros tres minutos y medio de partido (10-12). Thompson, anotando y encontrando a Hommes y a Kotsar por dentro, lideró las operaciones azulgranas durante los primeros compases, mientras López-Arostegui, buscando las cosquillas a Howard en defensa, y Webb III hacían lo propio en el Valencia Basket. Tras un susto en la rodilla protagonizado por este segundo, llegó un parcial de 9-0 del Baskonia con seis puntos del mejor Hommes de lo que va de Euroliga y un triple de Thompson. El conjunto local llegó incluso a situarse seis puntos por encima con un triple de Dani Díez, pero Harper recortó diferencias para los visitantes al cierre del cuarto con otra diana desde fuera (27-24).
Pese a ello, la dinámica era positiva para el cuadro azulgrana, que estiró su ventaja hasta los ocho tantos gracias a unos fructíferos minutos de su segunda unidad, liderada en ataque por Marinkovic e implicada tanto en el trabajo defensivo como en la pelea por el rebote. Esto permitió a Peñarroya dar mayor descanso a sus puntas de lanza, que regresaron a cancha cuando el Valencia Basket logró acercarse a tres puntos con triples de Prepelic y Harper (39-36). Las cosas parecían complicarse cuando Howard, que no anotó y fue de nuevo preso de sus problemas con las faltas, cometió de forma absurda su tercera personal. Sin embargo, el otro jugón baskonista, Darius Thompson, trabajó por los dos, retomó el partido donde lo dejó en el primer cuarto y siguió encadenando fantásticas acciones posesión tras posesión, volviendo loca a la defensa taronja. Sus 16 puntos y 4 asistencias con un solo fallo en el tiro permitieron al Baskonia marcharse al descanso con una renta de nueve tantos (57-48).
Traca final
Al regreso de vestuarios, los hombres de Peñarroya no soltaron el pie del acelerador y, de hecho, apretaron los dientes en defensa para frenar la también alta anotación valencianista. Entre Hommes y Giedraitis, ambos en una versión mucho más penetradora que tiradora, lograron establecer pronto una importante ventaja de 15 puntos con el 65-50, todo ello sin sin Howard y con Marinkovic y Raieste turnándose en el puesto de escolta. El choque se ralentizó con numerosas faltas y tiros libres, pero incluso en este escenario el Baskonia siguió anotando con consistencia y sintiéndose más cómodo que un Valencia Basket que comenzó a dar algunos signos de desesperación. Mientras los de Mumbrú solo encontraban puntos con los fogonazos individuales de Harper, los de Peñarroya siguieron tomando buenas decisiones y consiguiendo segundas oportunidades con el rebote. Así las cosas, a dos minutos del final del tercer cuarto el Baskonia tenía el triunfo en su mano con una cómoda renta de 22 puntos (79-57).
Llegó a situarse a 15 puntos el Valencia Basket con cinco puntos de Harper y dos de López-Arostegui, pero no fue más que un espejismo. Un triple de Marinkovic enterró cualquier esperanza de remontada taronja, y a partir de entonces el partido fue un paseo triunfal para el Baskonia y una auténtica fiesta para el Buesa Arena. El conjunto gasteiztarra, necesitado de una alegría tras la decepción de la Copa del Rey y los malos resultados recientes, no se contentó con la victoria y se dedicó a divertirse y ya de paso torturar sin ninguna piedad a un rival directo en la pelea por el play off como el Valencia Basket. Hommes rompió su récord anotador en el torneo, Costello hinchó sus números e incluso Kurucs y Raieste se sumaron a la fiesta con dos triples del primero y un brutal mate del segundo. El 114-75 definitivo hizo justicia a la superioridad de un Baskonia desatado que recibe una inyección de moral en su fortín cuando más la necesitaba.
