El Baskonia consiguió ante el Zalgiris un valiosísimo y muy trabajado triunfo que sirve para poner fin a la racha de tres derrotas consecutivas y ahuyentar las dudas que surgieron tras el doloroso pinchazo del pasado domingo en Manresa. Los de Peñarroya se crecieron ante su público, mostraron una cara mucho más agresiva en defensa y no soltaron el acelerador hasta el final, cuando consiguieron descolgar definitivamente a los de Kaunas, que demostraron su buen momento de forma y plantaron batalla hasta el ecuador del tercer cuarto.

El conjunto gasteiztarra, que sorprendió de inicio con un quinteto casi inédito formado por Thompson, Howard, Díez, Sedekerskis y Kotsar, protagonizó una buena puesta en escena, mostrándose intenso en defensa y agresivo a la hora de recuperar el balón y correr la cancha. Thompson, especialmente incisivo en los primeros compases, comandó el ataque azulgrana durante un tramo inicial en el que el Zalgiris se encomendó al acierto exterior e interior de Ulanovas, que anotó 12 de los 20 puntos visitantes en el primer cuarto. Ambos equipos, con una propuesta de posesiones rápidas, se fueron intercambiando golpes sin que ninguno de los dos superara los diez puntos de ventaja hasta llegar al segundo cuarto con el Baskonia comandando el choque por la mínima (21-20).

Con la segunda unidad en cancha, más profunda gracias al regreso de Enoch y Hommes a la convocatoria, los gasteiztarras llegaron a situarse 27-22 gracias al acierto exterior de Costello y Marinkovic, pero una vez más no fue capaz de superar esa barrera y el Zalgiris, sacando petróleo de los rebotes ofensivos y con Brazdeikis y Evans tomando el relevo de Ulanovas en ataque, volvió a equilibrar el choque. De hecho, los lituanos demostraron por qué su país tiene el cartel de ser cuna de grandes tiradores y en el tramo final de la primera protagonizaron una lluvia de triples que, afortunadamente para los azulgranas, Thompson logró compensar con sus puntos para que al descanso la diferencia siguiera siendo corta (42-44).

Torbellino en el tramo final

A la vuelta de vestuarios, el Zalgiris comenzó con mayor acierto y rompió ese muro de los cinco puntos con un triple de Evans que situó a los de Maksvytis 43-49 arriba. Pese a ello, el Baskonia siguió trabajando y Rokas Giedraitis, que no estaba teniendo su noche desde fuera, consiguió engancharse al partido siendo agresivo y sumando puntos por dentro. Esa mayor verticalidad de los alaveses provocó que los visitantes entraran en bonus a los cinco minutos del tercer cuarto, y a partir de ese momento los locales tuvieron más facilidades y el guión del partido cambió. Costello, omnipresente en ambos lados de la cancha, le dio la vuelta al marcador con siete puntos consecutivos y Marinkovic y Hommes le dieron continuidad para un parcial de 12-2 que situó a los gasteiztarras con una ventaja de ocho tantos, que fueron seis al término del tercer cuarto por una desafortunada canasta en aro propio de Costello (64-58).

Ambos equipos querían llevarse el triunfo a toda costa y eso explica la alta intensidad y el ritmo vertiginoso con el que arrancó el cuarto decisivo. Dimsa acercó al Zalgiris con un triple nada más empezar, pero el Baskonia y especialmente un entonado Henry supieron moverse mejor en ese contexto de locura e ida y vuelta. Los de Peñarroya defendieron a un altísimo nivel, secaron a Ulanovas tapándole su lado izquierdo y salieron como flechas hacia el aro rival tras cada robo o rebote defensivo, consiguiendo enterrar golpe tras golpe las esperanzas lituanas. Marinkovic, solo tras un robo, estiró la ventaja local por encima de los dobles dígitos a falta de cinco minutos para el final (75-64), Evans respondió con un triple, pero el Baskonia ya estaba lanzado. Entre Thompson, Henry y Marinkovic fulminaron a sus oponentes con sus fantásticas acciones ofensivas en el tramo final, levantaron de sus asientos a los aficionados y sellaron la quinta victoria en Euroliga para los azulgranas, que además consiguen igualar al Zalgiris en la tabla. En 48 horas, siguiente cita en el Palau.