Perfecto en los 2:48 primeros minutos de partido. Un Baskonia sin fallo dominaba por un contundente 2-12 al Manresa. Ritmo vertiginoso, intensidad defensiva y un inmaculado acierto permitían a los de Peñarroya dar un buen mamporro en los primeros compases al cuadro catalán. Pues bien, parece que desde ese momento se le fundieron los plomos al conjunto azulgrana. Fundido a negro. Apagados. 

Y es que el Manresa, que había anotado 2 puntos en tres minutos fue capaz de hacer 23 en los siete siguientes. De escándalo. Canastas fáciles la gran mayoría de ellas, fruto de la flojísima defensa azulgrana ayer en el Nou Congost. Un indolente Baskonia permitió al conjunto del Bagés anotar la friolera de 47 puntos al descanso cuando hasta la fecha promediaba 81 en la ACB .

Muy por encima de sus números. La relajación atrás y los numerosos errores de los jugadores azulgranas permitían al Manresa disparar sus dígitos en el electrónico en esa primera mitad. Un Baskonia horrible, el peor del curso hasta la fecha, estaba siendo superado por el hasta el inicio de partido colista de la ACB.

Incapaces de frenar a un rival que anotaba muy cómodo. Los pupilos de Peñarroya parecía que estaban sin chispa ayer en el Nou Congost. Como si les pesasen las piernas o no tuviesen suficiente oxígeno, la tropa de Peñarroya siempre llegaba tarde en defensa, era incapaz de superar los bloqueos y dejaba lanzar liberados a sus pares. Así es fácil de entender los excelentes porcentajes de acierto de la escuadra catalana. 

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Las mejores imágenes del Manresa - Cazoo Baskonia J. Alberch / ACB Photo

Un 60% en tiros de 2 (14/23) y un 40% en triples (4/10) hasta el descanso. Un recién llegado como Ferrari les estaba haciendo un auténtico roto. El base estadounidense lideró a su equipo con 13 puntos sin fallo en el lanzamiento –4/4 en tiros de 2, 1/1 en triples y 2/2 en lanzamientos de personal– y 17 de valoración.

PUNTOS TRAS PÉRDIDA

Eso sí, ese acierto descomunal no fue fruto solo de una muñeca prodigiosa o de un día inspirado de sus tiradores. El alto porcentaje se debió en parte también por el elevadísimo número de canastas fáciles logradas por el Manresa, que supo aprovechar a la perfección los regalos del conjunto gasteiztarra. Así fue. Y es que para el descanso, el Baskonia ya había perdido 11 balones. Pérdidas que el Manresa convirtió en puntos. 14 nada más y nada menos. Otros 13 llegaron de contragolpe. Lo dicho. Puntos muy fáciles y así es difícil ganar.

Imposible si no se corrige tras el paso por el vestuario. No se hizo. Buena prueba de ello es que en el último y decisivo cuarto, el Baskonia encajó la friolera de 27 puntos. Demasiado blandos atrás de nuevo. Sin la intensidad y energía de su rival. Y de nuevo concediendo demasiado. Las estadísticas finales así lo confirman. Y es que la escuadra azulgrana acabó con 21 pérdidas, recibió 27 puntos por estos balones regalados y mientras que acabó sin anotar un punto de contrataque su rival llegó hasta los 21.