El Baskonia sufrió su segunda derrota de la temporada y la primera en el Buesa Arena ante un gran Lenovo Tenerife, que supo jugar mejor los minutos finales de un duelo con continuos subes y bajas en el que la exhibición de Jaime Fernández resultó decisiva y contrarrestó el extraordinario tercer cuarto de Raieste.

El conjunto gasteiztarra, que volvió a tener la ausencia de Enoch a causa del esguince de tobillo sufrido antes de la visita al Valencia Basket, arrancó con un quinteto diferente a los vistos hasta ahora, con Dani Díez y Sedekerskis de titulares, pero manteniendo la pareja Thompson-Kotsar que tan bien funcionó en La Fonteta. De hecho, el norteamericano y el estonio retomaron las cosas donde las dejaron, tirando del equipo en ataque en el primer cuarto, con ocho puntos del base y cuatro del pívot. Durante los primeros nueve minutos, ambos equipos fueron intercambiándose golpes hasta el 15-15, momento en el que Thompson, fatigado, pidió el cambio y tanto él como Kotsar fueron sustituidos por Kurucs y Costello. 

A partir de ese momento y entrando en el segundo cuarto, al Baskonia se le apagó la luz en ataque y encajó un parcial de 0-10, demostrando la segunda unidad tinerfeña, liderada por Jaime Fernández, estar más entonada que la local. Con el 15-25 en el marcador, no le quedó más remedio a Peñarroya que anticipar la vuelta de Thompson a la cancha, algo que no evitó que el Lenovo Tenerife, ya lanzado, estirara la ventaja hasta una máxima de 14 puntos (19-33) a cinco minutos del descanso. Afortunadamente, los de Peñarroya no bajaron los brazos, siguieron peleando bajo la batuta de Thompson y, aprovechando que Shermadini dejó la pista con tres faltas, encontraron al fin nuevos contribuyentes con el despertar de Howard y de Giedraitis. El estadounidense disminuyó la diferencia por debajo de los diez puntos mediante un triple y ejerció con buen criterio de uno durante los últimos compases del segundo cuarto, en los que Giedraitis se encendió anotando dos triples consecutivos y sacándole una falta en ataque a Cook. Howard, desde la línea de personal, igualó la contienda (40-40) antes de desfilar hacia vestuarios.

Pérdida de efervescencia

Para arrancar la segunda mitad, Peñarroya decidió alinear a Sander Raieste, que había protagonizado buenas acciones defensivas en los tres minutos que disputó final de la primera, y el ajuste táctico no le pudo salir mejor. El estonio cogió confianza con una canasta en penetración y tiro libre adicional, anotó un triple desde la esquina tras haber dudado en primera instancia, y a partir de ahí se encendió y anotó tres triples más de manera consecutiva para su equipo, llevando el éxtasis a la grada del Buesa Arena. El canterano azulgrana terminó jugando todo el tercer cuarto entero, en el que anotó 15 puntos y logró estirar la ventaja gasteiztarra hasta los ocho puntos con el 61-53. Hommes se empeñó en sumarse a la fiesta con lanzamientos precipitados desde el perímetro, pero no lo consiguió y eso jugó en contra de los alaveses, que encajaron un parcial de 0-6 que maquilló Giedraitis con un triple para marcharse al cuarto decisivo 64-59 arriba.

Con todo abierto y diez minutos por delante, un entonado Jaime Fernández, prácticamente él solo, fue reduciendo poco a poco la ventaja de un Baskonia que respondió primero mediante Costello y después gracias a un fogonazo de Marinkovic, pero no fue capaz de contener el impulso canario, que sacó réditos a su quinteto pequeño con Doornekamp y Abromaitis abriendo la cancha. Con una rápida y efectiva circulación de balón, Salin consiguió igualar el choque con el 79-79 a falta de dos minutos para el final y el cuadro gasteiztarra, que fue perdiendo fuelle según avanzó el último cuarto, jugó peor ese tramo decisivo y no volvió a anotar. Un rebote ofensivo del Lenovo Tenerife permitió a los de Vidorreta situarse por delante a 32 segundos del final con dos tiros libres de Salin, Thompson intentó igualar en una jugada de aclarado, pero el balón se le salió de dentro del aro y Doornekamp sentenció desde la personal.

Al final la mayor frescura de ideas y piernas del cuadro visitante en los momentos decisivos decidió un choque muy peleado. En cualquier caso, no queda más remedio que levantarse y oxigenar las piernas para el duelo del próximo viernes contra el Partizan.