La irrupción de Miguel González en el primer equipo del Baskonia aún tendrá que esperar. Tal y como adelantó este periódico hace unos días –y como consecuencia del reciente fichaje del alero Dani Díez–, el canterano azulgrana vuelve a marcharse cedido por una temporada al Força Lleida, con el que completó notables actuaciones el curso pasado en la LEB Oro.

No es este el escenario idílico para la entidad azulgrana, que esperaba poder encontrar acomodo al alero en un equipo de la ACB para que pudiera adaptarse a la máxima competición nacional, algo que sí que ha conseguido con otros dos jóvenes como Pavel Savkov, cedido al Fuenlabrada, y Ondrej Hanzlik, que jugará en el Basquet Girona. Sin embargo, una vez evaporada la posibilidad de que González juegase en la ACB, el Força Lleida ha ido la opción más atractiva, ya que se trata de un proyecto ambicioso que la pasada temporada se clasificó para el play off de ascenso y que este año volverá a intentar dar el salto a la máxima categoría. 

Allí, además, González tiene los minutos asegurados, puesto que el curso anterior fue el segundo jugador con mayor participación de la plantilla, con unos promedios de 7,5 puntos, 4,3 rebotes y 1,4 asistencias por partido en casi 27 minutos de media. Tras un irregular paso por el Real Canoe, Miguel recuperó en Lleida confianza en su tiro, con porcentajes bastante mejores que en el conjunto madrileño, y mejoró su aportación en otras facetas muy valoradas por su técnico como el rebote y la defensa.